_
_
_
_
_
JORNADA EUROPEA DE BALONCESTO

Noche sin consuelo

Pedro Gorospe

PEDRO GOROSPE. El partido dió paso a una noche sin consuelo. Los jugadores se quedaron clavados en el banquillo de Estambul, y en Vitoría los cohetes preparados para el triunfo se tuvieron que conformar con pintar el cielo de desesperación. Los aficionados, sin embargo, le dieron la vuelta al resultado, y en un mar de las lágrimas empezaron a preparar la Liga que "está chupada". Más de 1.000, aficionados corearon a su equipo.

"Europa tiene una deuda con nosotros, y espero que nos la pague el próximo aflo", dijo nada más acabar el partido el presidente del Taugrés-Basconia, Josean Querejeta, a Radio Euskadi-Radio Vitoria. "Una final es a cara o cruz, y esta vez nos hemos quedado con la cruz". El presidente dió palabras de aliento a sus jugadores felicitándoles por el trabajo realizado frente a un equipo, el Benetton de Treviso, que le duplica en presupuesto y por lo tanto con una mayor posibilidad de rotación.

Más información
Segunda decepción europea del Taugrés

"Para ser un equipo grande hay que perder finales", dijo cabizbajo Ferrán López, el primero de los jugadores que hizo algunas declaraciones tras verse obligados todos a salir a la cancha para saludar a los aficionados. "De todas formas con esta afición es como si hubiéramos ganado".

El entrenador basconista, Manel Comas, encajó la derrota como "una cornada muy grande. Es muy duro llegar, perder es doloroso, y es terrible no poder darles nada a todos estos seguidores que han hecho un gran esfuerzo por venir hasta aquí". Comas reconoció la superioridad del contrario e incluso los errores cometidos. "Pero no nos podemos parar hay que seguir dando caña, y a ver si el próximo año disponemos de más jugadores para encarar los encuentros con más garantías", concluyó.

En la capital alavesa los minutos posteriores a la derrota se vivieron con intensidad. Rabia e impotencia en primer lugar porque la falta intencionada que le pitaron a Santiago Abad cortó el último acercamiento del equipo al marcador, y quizás porque todos esperaban el milagro y no llegó. Y tristeza después disfrazada de aritos y canciones. La mayoría de los aficionados que vieron el partido en bares y sociedades. iniciaron una bulliciosa procesión de regreso a sus casas, pero sin la fiesta final. Unos 200 seguidores con una charanga y un bombo transformaron la desolación del resultado en una celebración contenida que llevaron por las calles del Casco Viejo de Vitoria.

"Ellos tenían más personal en el circo al final", explicó Marcelo Nicola, el jugador hispano-argentino que junto a Sasa Radunovic no están inscritos en este torneo. El Taugrés que perdió ayer no era el mismo. que ganó la Copa del Rey, destacó Nicola, para el que ahora todos los jugadores "tenemos que centramos en la liga, jugar la final, y ganarla".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_