La 20/20 y sus dineros se quedan en el camino,

G. C. La llamada Propuesta 20/20 ha quedado, definitivamente, en el camino. Esta propuesta, el reto financiero más original e importante de esta cumbre, debe su nombre al compromiso de dedicar el 201/6 de la ayuda de los ricos a necesidades básicas -educación, sanidad o pensiones-, a cambio de que el país receptor se comprometa a destinar el 20% de su presupuesto nacional al mismo fin.

Los 132 países reunidos en Copenhague han acordado aceptar ese principio, pero sólo como una formulación de intenciones a la que se pueden acoger "los países interesados". De esta manera, nadie está obligado a cumplir un acuerdo cuya finalidad era que la ayuda al desarrollo no se destine a comprar armas o a engrosar la fortuna personal de algunos dirigentes.

En este mismo foro, el Premio Nobel de la Paz Oscar Arias recordaba el martes que en el Tercer Mundo por cada 20 soldados hay un sólo médico. La propuesta era el símbolo de esta reunión, ya que era una forma de controlar y encauzar los gastos destinados al desarrollo social.

La propuesta 20/20 fue rechazada previamente en el seno de la Unión, Europea, primer donante del mundo de ayudas al desarrollo, debido al rechazo frontal de Francia y el Reino Unido. España, junto a Holanda, Alemania o Dinamarca, entre otros, estaban totalmente a favor. Pero la propuesta tampoco gustaba a algunos miembros del G-77 y China (1 ' 30 países en desarrollo), que veían en la medida un nuevo intento de ingerencia en sus asuntos internos. India ha sido uno de los países más beligerantes contra la propuesta.

Al menos, el documento que se aprobará en Copenhague contendrá una alusión a la transparencia de los gobiernos, siempre y cuando no se "caiga" en el último momento. "Por lo menos, hemos conseguido que quede una de las propuestas de la 20/20" decía ayer Ignacio de Senillosa, miembro de Intermón y de la delegación oficial española. "Una propuesta era eliminarla del texto".

Tampoco ha avanzado mucho la cuestión de la deuda. Los grandes acreedores - Estados Unidos, Japón, Canadá y la Unión Europea -han insistido aquí en condicionar la condonación de la deuda caso por caso y de forma bilateral. Eso no ayuda mucho a los países más pobres y endeudados, los del Africa subsahariana, cuyo débito está contraído con el Banco Mundial o el Fondo Monetario y para estas instituciones el asunto parece innegociable.

Joaquín Navarro Valls, portavoz del Vaticano, expresó ayer sus esperanzas de que se cumplan los acuerdos, informa Europa Press. " Nos parece ver una cierta dosis de escepticismo en algunos países occidentales", dijo. El portavoz vaticano añadió: "No se discute el contenido de la Declaración. Se trata de tener la valentía de hacer realidad los puntos enunciados en el documento final, porque comportan cambios de posturas políticas".