El PlB creció un 2,8% en el oeste de Alemania y un 8,9% en el este
La economía alemana presenta signos palpables de recuperación: en 1994 el producto interior bruto (PIB) creció un 2,8% en, el oeste del país y un 8,% en, el territorio de la antigua R publica Democrática Alemán (RDA). Este crecimiento ha sido el más elevado desde la reunificación alemana, en octubre de 1990. La solidez de la recuperación alemana sigue impulsando al alza al marco alemán frente al resto ole las monedas europeas, contaminadas por su inestable situación política, y el dólar, debilitado por la caída del peso mexicano.La mejora de la situación es notable si se tiene en cuenta que en 1993 Alemania se encontraba todavía sumida en la recesión con una caída del PIB del 1,1 % en la totalidad del territorio, que correspondía a un descenso del 1,7% en el oeste y a un aumento del 5,8% en. el este.,
Indicadores hacia arriba
Las cifras de crecimiento del PIB que anuncié ayer la Oficina Federal de Estadística no han sorprendido, pero sirven para confirmar que la economía alemana ya ha iniciado un claro repunte. Así lo constataba el miércoles el presidente del Bundesbank (banco central), Hans Tietmeyer, en una intervención ante la organización de los artesanos de Renania del Norte y Westfalia: "La recesión ha quedado sin duda superada y los indicadores muestran casi todos hacia arriba".
Los motores de la recuperación han sido las exportaciones y el sector de la construcción. El amplio programa de obras públicas en la antigua RDA ha dado un impulso al PIB en el este, que con casi un 9% registra un crecimiento casi de dragón asiático. En este impulso a la economía se ha quedado atrás sin embargo el consumo privado, que en 1994 tan sólo creció un 1,3%. Esto indica que los consumidores observan una conducta precavida y también que- sus bolsillos se encuentran bastante esquilmados entre los impuestos y las cargas sociales.
En este año no parece que el consumo privado vaya a mejorar mucho, si se considera que los contribuyentes alemanes se verán aun más gravados con el llamado suplemento de solidaridad, para financiar la reconstrucción de la antigua RDA. Sin embargo, el crecimiento del PIB no está repercutiendo de forma cualitativa en el descenso del paro.
