_
_
_
_

Una juguetería de San Blas vendía armas de gas y aire comprimido

Ana Alfageme

A los policías municipales que a media tarde del martes inspeccionaban el Centro Comercial San Blas les llamó la atención unas cuantas escopetas y carabinas que se mostraban en el escaparate de una juguetería del primer piso del mercado. Resultaron ser armas de gas -que utilizan, según fuentes policiales, proyectiles de calibre 4,5 a 5,5- y de aire comprimido, que disparan perdigones. En el lote figuraba una pistola detonadora, una curiosa arma simulada que parece real en todo y que hasta utiliza cargador.Para poder vender este tipo de armas, el vendedor necesita comunicarlo a la Guardia Civil, que debe dar su visto bueno en forma de papeles. Éstos, siempre según las mismas fuentes de la Policía Municipal, no fueron presentados. Ayer, el dueño de la juguetería, un hombre de mediana edad con bolsas en los ojos, no tenía ganas de hablar:

-Lo que se han llevado son juguetes. Yo compré esta juguetería con esos artículos y los he seguido vendiendo sin problemas.

-Pero la policía mantiene que usted no tenía licencia para venderlas.

-Pues yo creo -que sí tengo licencia -respondió el hombre, que no quiso identificarse.

Artículos deportivos y bolsos se vendían también en la tienda que se anunciaba con neones. En uno de los expositores, se veían unas pistolas negras, adornadas con caracteres orientales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_