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Korchnoi resurge a los 63 años

El ex disidente ganó a Karpov por primera vez desde 1981

Leontxo García

Le llaman El Terrible, por su espíritu de lucha. El suizo Víctor Korchnoi, ex disidente soviético, dos veces subcampeón del mundo de ajedrez, vive una segunda juventud deportiva a los 63 años. Hace un mes, en Dortmund, ganó por primera vez desde 1981 a Anatoli Kárpov, con el que disputó los duelos más escandalosos de la historia. El lunes empató en Zurich con Gari Kaspárov. Korchnoi, liberado de las presiones políticas, argumenta: "Ahora entiendo el ajedrez mejor que nunca".Fumador empedernido, Korchnoi se ha empeñado en contradecir las estadísticas que señalan el declive de los ajedrecistas a partir de los 40 años. Sus jóvenes rivales no entienden cómo este hombre, cuya biografía ha inspirado varias películas y una ópera rock, aún plantea una lucha sin cuartel cada día con buenos resultados. Al cierre de esta edición, Korchnoi ocupaba el cuarto puesto del torneo de Zurich, superado por Kaspárov, el alemán Artur Yusúpov y el letón Alexéi Shírov, a falta de una ronda.

El sitio de Leningrado

Como ocurre con Kárpov, la combatividad de Víctor, El Terrible tiene sus raíces en una infancia, durísima, que él recuerda así: "Durante el sitio de Leningrado [hoy, San Petesburgo], mi padre murió en el frente y mi casa fue bombardeada. Buscaba cartillas de racionamiento en la ropa de los cadáveres y derretía el hielo para beber". En 1976, Korchnoi huyó de la URSS porque se sentía discriminado: el Kremlin había elegido a Kárpov, veinte años más joven que él, para restituir el honor nacional perdido por Borís Spasski ante el estadounidense Bobby Fischer.En 1978, Korchnoi se convirtió en el aspirante al título, que Kárpov había ganado por la retirada de Fischer, y aprovechó la coyuntura para pedir con gran escándalo la liberación de su esposa e hijo, retenidos en la URSS. Mientras tanto, la prensa soviética apenas le citaba por su nombre; le llamaban El Traidor. El duelo se celebró en Baguio (Filipinas), con abundante presencia de agentes del KGB.

Para empezar, hubo una guerra de banderas. Korchnoi quería jugar con la suiza; la delegación de Kárpov se negó y propuso una blanca con la inscripción apátrida; Korchnoi aceptó ese color. pero con otra leyenda: "Yo me escapé"; se jugó sin banderas.

Korchnoi, derrotado por 6 victorias a 5 tras más de dos meses de lucha y rifirrafes, fue también ganado por Kárpov en 1981 (Merano, Italia). En este duelo, los pies de ambos estaban separados por una tabla para evitar patadas.

Sin embargo, insiste en que ha superado el rencor: "Luché no sólo contra Kárpov, sino contra todo el sistema. de la URSS. Él nunca será un amigo para mí pero, por ahora, somos lo bastante juiciosos como para mantener una relación diplomática".

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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