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Bancos y registradores se acusan del escaso éxito de la nueva subrogación de hipotecas

Los bancos y entidades más activos en el mercado Hipotecario han expresado su malestar por el hecho de que los registradores de la propiedad están bloqueando la inscripción de subrogaciones de hipotecas, reguladas en la reciente Ley de Subrogación de Préstamos Hipotecarios. El presidente de los registradores de Madrid, José Luis Benavides, dice "no tener constancia de esa situación" aunque cree que la ley "tiene defectos técnicos".

El número de créditos en los que se ha producido la renovación o subrogación de la hipoteca ha sido mínimo y ninguna de las entidades consultadas por este diario ha afirmado haber inscrito o haber negociado más de una decena. Al margen del problema registral, la principal explicación para la poca actividad, pese a que se habían creado expectativas de una gran demanda, es que bancos y cajas han optado por rebajar las hipotecas hasta el límite en el que al titular ya no le resulta rentable pagar los costes notariales y registrales, aunque éstos hayan sido rebajados con la ley del pasado mes de abril.Los consumidores se encuentran ante el incoveniente de que la nueva normativa sólo abre las puertas a las rebajas del tipo de interés, pero no permite modificar las restantes condiciones del préstamo: capital, periodo y condiciones de amortización. Así, la nueva normativa no es útil para ampliar créditos, cambiar de un tipo variable a uno fijo o alargar el periodo de amortización, por lo que el resultado es que el cliente suele arañar a su banco habitual una reducción de intereses, pero no puede usar la nueva ley para conseguir un recorte sustancial de tipos. En el fondo, los bancos se limitan a adelantar unos meses la bajada en los créditos a interés variable.

En opinión de José Luis Benavides "aún es prematuro hacer ninguna valoración sobre el desarrollo de la ley debido al poco tiempo transcurrido desde su aprobación". Las entidades consultadas coinciden en señalar que "los registradores plantean tantos inconvenientes que la inscripción de los cambios en las escrituras de hipotecas quedan paralizadas". Añaden que uno de los problemas esgrimidos por los registradores "es que la ley no deja claro cómo decidir cuándo un determinado cambio en las condiciones del crédito constituye una mejora de las condiciones del tipo de interés". Según la nueva ley, sólo es posible acogerse a los beneficios fiscales y a la reducción de los honorarios registrales y notariales cuando hay esta mejora efectiva.

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