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Brotes de sarna en rebecos asturianos se extienden a León

La Junta de Castilla y León sacrifica una decena de cabezas para evaluar el problema

La Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León tenía previsto sacrificar ayer en la reserva nacional de caza de Mampodre, al norte de la provincia leonesa, una decena de rebecos ante la certeza de que brotes de sarna incontrolados en las reservas regionales de Caso y Aller (Asturias), detectados en mayo del pasado año, se han extendido a la citada reserva leonesa y se corre el peligro de que entren en la de Riaño.Esta primera matanza de rebecos en Mampodre a manos de guardas forestales de la junta tiene como objetivo evaluar la gravedad del asunto, según declaró ayer a este periódico Pedro Llorente, director general del Medio Natural. En el límite de la reserva leonesa con el Principado de Asturias se han abatido ya en la última semana al menos 40 ejemplares. Todos ellos tenían sarna, y han sido quemados y enterrados.

Los brotes de sarna, observados por primera vez en el pico Torres (Asturias), procedentes previsiblemente de un rebaño de cabras, se habían extendido hace una semana al puerto de Vegarada y a la peña del Viento, ambas zonas de León, en la reserva nacional de Mampodre.

Un mal irreversible

Se desconoce cuál es el tipo de sarna que se debe combatir, según afirma Llorente. El ácaro podría afectar a todo animal con pelo, incluida la cabra montés, especie que la junta ha introducido en la reserva nacional de caza de Riaño con el fin de repoblar ésta y otras zonas de la comunidad autónoma. El máximo responsable del área de Medio Ambiente del Gobierno castellano-leonés mostró ayer su alarma ante la confirmación de la presencia de sarna en esta especie cinegética en reservas de la comunidad, y criticó veladamente que sus colegas del Principado de Asturias no hubieran comunicado antes la "grave situación" que padecen.La sarna, con posibilidades de curación en animales domésticos, es "irreversible" en las especies salvajes, dijo Llorente. Biólogos y veterinarios consultados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta son, por tanto, partidarios de abatir alrededor de 500 de los 1.500 ejemplares de rebecos existentes en Mampodre con el fin de sanear la zona.

Varias zonas de Mampodre (unas 70.000 hectáreas) y Riaño serán aisladas con mallas metálicas para tratar de evitar la dispersión de la enfermedad a los Picos de Europa y otras reservas nacionales como la de Ancares, que abarca también parte de Galicia. El próximo jueves tendrá lugar en León una reunión de expertos de las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura de la junta y del Principado de Asturias con catedráticos e investigadores de la universidad leonesa, donde se tomarán medidas urgentes para atajar el problema.

Se estima que en las reservas nacionales de Riaño y Mampodre viven unos 5.000 rebecos, especie muy codiciada por los cazadores y una fuente de ingresos para los pueblos de los alrededores.

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