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Un misterio anual para la gente de la escena

No se sabe quien teje la bufanda de Valle-Inclán del Día Mundial del Teatro

La rumorología es una ciencia de la que se piensa que es contemporánea y sólo se produce en el país al que pertenece la víctima del rumor. Eso es lo que se piensa, al mismo tiempo que se sabe que nació en la noche de los tiempos y que es algo intrínseco a la condición humana.La profesión teatral española goza y sufre de muchos y sabosos rumores, algunos incluso ciertos, pero sólo hay uno que permanece en el más opaco de los misterios. Ese rumor es el que intenta dar respuesta al, secreto de saber quién teje la bufanda que, año tras año, se le impone a la estatua de Valle-Inclán, en el madrileño paseo de Recoletos.

La tradición no es vieja, pero si sólida. Ayer cumplió sus bodas de bronce. Nació cuando los autores Chatono Contreras y Manuel Gómez García paseaban un 27 de marzo, heridos porque en España no hubiera ninguna celebración en torno al Día Mundial del Teatro. Decidieron ponerle, como homenaje entonces íntimo, una bufanda a la estatua de uno de los autores que más admiraban. Decidieron que fuera blanca, porque cualquier otro color podía crear suspicacias. Desde entonces, alguien cuyo nombre nunca se desvela recibe de manera misteriosa el encargo de tejer la bufanda y guardar el secreto de su acción. Este, como otros años, la han confeccionado unas manos inexpertas. Sólo punto del derecho, aflojado en algunas vueltas, y nada de virguerías.

Durante algún tiempo se sospechó que la tejía el autor Buero Vallejo, ya que, desde el principio, nunca faltó a la cita y siempre leía el mensaje del Día Mundial del Teatro. Además ene una comedia llamada La tejedora. El propio Buero recomendó a los organizadores que debía haber otros autores que leyeran ese texto que, año tras año, se le encarga a una figura significativa del teatro mundial, -hace cuatro años lo escribió el dramaturgo Antonio Gala- Y en cuanto a las dotes de Buero Vallejo para hacer punto, él mismo se lamenta de su profunda ignorancia: "Solo sé tejer, a duras penas, obras de teatro".

Buero Vallejo piensa que este homenaje viene a ser una especie de limosna encubierta: "Al cabo de unas horas la bufanda es, naturalmente, sustraída por alguien que lo necesita y no está mal esta generosidad por sectores del teatro que a su vez están necesitados de que se sea generoso con ellos". Ayer, como Madrid gozó de un brillante y casi caluroso día primaveral, la bufanda aguantó horas atada al cuello de la estatua.

Como en otras ocasiones, la bufanda se la colocaron, en representación de los autores españoles, Contreras y Gómez García, quienes escribieron una epístola a Valle en la que criticaron la política de subvenciones como originadora de un teatro "sesgado, parcial y meramente esteticista". Lauro Olmo, dramaturgo y gallego como el dueño de la bufanda, dio lectura al mensaje escrito en esta ocasión por Václav Havel, escritor de teatro y presidente de la república Checa. Tras unas palabras de María Paz Ballesteros, secretaria general del Instituto Internacional del Teatro de España, se le impuso el Alfiler de la bufanda al diario Abc, por mantener una intensa política informativa de apoyo a la actividad teatral, alfiler que lució en su solapa Lorenzo López Sancho, crítico teatral de ese diario.

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