Sobre la igualdad (K=K)
Se habla últimamente de que en aras de la igualdad y tal vez en un futuro no muy lejano las mujeres estemos obligadas a incorporarnos al Ejército. Y yo pregunto, para ser más igual, y no sólo a mis congéneres de sexo masculino, sino a la sociedad en general: ¿estaré también obligada a abandonar mi empleo? ¿A dejar de leer libros? ¿A tragarme todos los culebrones que echen por la tele? A estresarme buscando qué detergente es el que lava más blanco? ¿A ver los partidos que televisen y desplazarme al campo cada vez que el equipo local juegue en mi ciudad? ¿Tendré que aprender a escupir al paso de un marginado-desplazado? ¿A pasar impávida ante una caja en la que se refugia un ser humano? ¿A sufrir luego hasta las lágrimas tranquilamente sentada en casa con los reality show? ¿Deberé abonarme a todos los canales internacionales? ¿Hablar hoy de las pensiones, mañana del crimen de tal y pasado de según me vayan marcando? ¿Tendré que usar extranjerismos? ¿Empezar a fumar? ¿Comprarme un coche?Estimados/as señores/as del Gobierno: las mujeres no queremos hacer la mili ni el servicio social sustitutorio, al igual que los hombres tampoco quieren hacerlo. ¿Por qué no hablamos de esa igualdad? 0 mejor aún: ¿para cuándo las cuentas sobre lo que costaría mantener un Ejército profesional, sin puestos inútiles y con pensiones razonables?
Ya son varios los momentos agradables que me han arruinado con esta discusión. Casi prefiero el fútbol.-