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Reportaje:

Le deseamos felicidad

Las tarjetas de felicitación navideña de organismos e instituciones de Madrid reflejan la crisis en sus mensajes y ayudan a la Unicef

Ana Alfageme

La Navidad de un año como 1993, enfangado por la crisis, ha cosechado en la Redacción de El País Madrid una muestra de tarjetas que no cejan en desear lo mejor para 1994 haciendo, de paso, una buena obra. La mayoría de las felicitaciones han llegado con la leyenda Unicef en su revés; es decir, con su correspondiente ración de dinero para los chavales del Tercer Mundo.Felicitóton Unicef la Comunidad de Madrid, a través de su portavoz, Jaime Lissavetzky; también Mercamadrid, con una epifanía española; la Empresa Municipal de la Vivienda; la Consejería de Educación; el presidente de la Federación Socialista Madrileña, José Acosta, deseando felicidades de puño y letra detrás de un paisaje sueco; el Canal de Isabel II; UGT en el Ayuntamiento -un laico paisaje de copos de nieve sobre árboles desnudos con el deseo de que 1994 "sea un año de lucha contra las desigualdades y de apoyo a los menos favorecidos"-, y hasta el concejal responsable de los dineros municipales, Fernando López-Amor, que destinó, como en todos los casos en que se eligen las tarjetas de Unicef, el 90% de su gasto en felicitación a los niños del Tercer Mundo.

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Arriba, la felicitación

Casi la mitad de los 16 millones de tarjetas que vende en las Navidades de 1993 esta fondo de las Naciones Unidas para la infancia las compran los organismos públicos o las empresas (7,5 millones) para imprimir su mensaje o logotipo.

La Consejería de Transportes de la Comunidad, por ejemplo con sus 1.600 tarjetones, ha regalado 140.000 pesetas limpias a los críos de 132 países en desarrollo. Y además ha felicitado las pascuas con un paisaje rural y nevado ¡en el que todos los personajes van andando! "Simplemente nos gustó. No reparamos en ello", dicen en la secretaría del consejero Julián Revenga. Las demás felicitaciones navideñas no pensaron en los niños. La Delegación del Gobierno estaba afi-, liada históricamente a las tarjetas de Unicef, pero a Arsenio Lope Huerta, nuevo en la plaza, le gustó vender la sede de la calle de Miguel Ángel con un dibujo a plumilla que un artista amigo, Revilla Bel, les cedió gratis. Para compensar que Unicef se quedase sin ayuda, se encargó el trabajo a una imprenta de minusválidos. El tarjetón del organismo responsable de todos los cuerpos armados de la región incluye una sorpresa más en forma de verso: "Tristes armas si no son las palabras, tristes, tristes". "Es que el delegado es un hombre dialogante", asegura el jefe de prensa para justificar a Miguel Hernández.

Sección laica

Al mismo poeta utiliza la Federación de Servicios Públicos de UGT: "No los levantó la nada, ni el dinero ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor". La leyenda acompaña aunas viñetas medievales que representan los oficios de herrero, carpintero y ceramista y un mensaje que se limita a felicitar el año, ignorando las fiestas cristianas. La asociación Vallecas Todo Cultura felicita también en la línea izquierdista laica, que siempre desea solidaridad y paz para 1994. El motivo es un muñeco de nieve muy sonriente. IUMadrid repita mensaje con un ramo de flores impreso.Otras felicitaciones se desvían hacia lo que le es propio al departamento remitente. Por ejemplo, el concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid, Simón Viñals, desea un año "saludable" detrás de una colección de estampas con operaciones quirúrgicas, mercados, ambulanclas, desinsectadores y cosas por el estilo que dependen de su área. Otras felicitaciones se madrileñizan y el colmo es el gabinete de Prensa de la Consejería de Cooperación. Su tarjeta, que parece servir para un roto, un descosido o una navidad, es toda una apología del madroño. Una reproducción de una lámina de un tratado de botánica editado en 1825 permite al destinatario enterarse perfectamente de cómo son por dentro los frutos del árbol madrileño y de que sus hojas son "lanceoladas, dentadas en forma de sierra, arracimadas y lampiñas". Para que no queden dudas, se avisa de que el madroño está protegido en la Comunidad. Por su parte, la empresa municipal Puente de Ventas ofrece una visión ingenua de la Monumental y el mercado de Ventas cubiertos de nieve y rodeados de arbolitos. El Instituto Italiano de Cultura usa una fotografía de su vecino mercadillo en la plaza Mayor lleno de figuritas de belén.

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Un policía descalzo

La crisis se ha colado en los mensajes y el cabreo de los funcionarios municipales por la tercera paga extra que les ha birlado el Ayuntamiento madrileño, también. Un policía municipal descalzo junto a un árbol está en la tarjeta de uno de los sindicatos policiales, el Colectivo Profesional de la Policía Municipal. "No nos hemos cortado", dice Santiago Bustos, el responsable, "y se la hemos mandado a todos, incluido el alcalde".Paradigmática de la crisis, envuelta en imaginación, es la felicitación del servicio de ambulancias del Ayuntamiento de Madrid: un rey mago sufre un accidente de camello frente a la Puerta de Alcalá y corre a auxiliarle un sanitario del Samur, con su uniforme amarillo. Un camillero del cuerpo y un ordenador crearon el dibujo. "Y eso que tuvimos que simplificarlo" dice el doctor Gil Arranz, "porque la idea original era un choque en cadena con los tres reyes"; La Imprenta Municipal hizo gratis las felicitaciones y todo acabó bien.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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