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Los comerciantes del Rastro cerraron para luchar contra la droga

Casi todos los comercios de la zona de Tirso de Molina y parte de Lavapiés echaron ayer por la tarde la persiana antes de lo habitual en protesta por la inseguridad que vive la zona, por la constante presencia de toxicómanos y traficantes en estas calles. Poco después, a las ocho de la tarde, unos 2.000 vecinos y tenderos se manifestaron en la plaza de Tirso de Molina por este motivo, que arrastra ya varios meses de protestas.

El problema no es nuevo: hace seis meses, en el mismo lugar se celebraban concentraciones y caceroladas para denunciar una situación similar. La presencia policial aumentó durante un tiempo y el trapicheo cambió de escenario. Sólo temporalmente. Algunos vecinos han decidido tomarse la justicia por su mano y han formado patrullas. "Salimos todas las noches a hostiar a la gente que se pica", explicaba ayer sin rubor uno de los cabecillas de estas patrullas a un grupo de punkis con quienes selló un pacto de no agresión.La consigna más coreada en la manifestación fue la habitual de "camellos fuera, drogas no", pero un pequeño grupo que portaba una pancarta en la que se leía: "Alcalde, reconócelo, Matanzo es eficaz", secundó lemas a favor del polémico y destituido ex concejal del, distrito Centro Ángel Matanzo.

Durante un tramo de la protesta, los manifestantes volcaron un coche abandonado. En la plaza de Cascorro se produjo también un pequeño incidente cuando varios manifestantes golpearon los cristales del bar Ribera para obligar a que cerrase. Un hecho similar ocurrió en la calle Mira el Río algo más tarde. A las 20.30, la manifestación confluyó con otra convocada por aquellos que han decidido ejercer de justicieros y que convocan a los vecinos a través de pasquines.

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