Un miembro de una banda de atracadores detenida en Málaga era confidente del Cesid

La policía ha desarticulado una banda de atracadores a la que imputa una veintena de asaltos en entidades bancarias en el litoral malagueño. Según funcionarios destinados en Málaga, uno de los detenidos, de nacionalidad cubana, actuaba en la zona como confidente del Césid (Centro Superior de Información para la Defensa). La operación, desarrollada en la madrugada de ayer en los municipios de Manilva, Estepona y Mijas, se saldó con la detención de cinco personas, -a tres de las cuales se las considera integrantes de la banda de atracadores- y con la incautación de un importante arsenal de armas y documentación falsa del Ejército.

A los italianos Giovanni Zocca, de 39 años y natural de Verona, y Sergio Ferrari -identidad que se presume falsa-, de 24 años; al cubano Santiago Aspuru, de 53 años, y al hijo de éste, David Aspuru Pérez, de 22 años, la policía les imputa la comisión de 23 atracos en 10 meses en los que habrían obtenido unos 80 millones de pesetas como botín. También ha sido detenida la novia de uno de los italianos. Zocca y Ferrari -fugado de una prisión de Italia- poseen un amplio historial delictivo y la policía les relaciona con el asesinato del italiano, Adriano Giovannelli, en julio de 1992 en Trento.En los registros domiciliarios practicados, la policía se ha incautado de tres revólveres de gran calibre, dos metralletas, dos subfusiles y un fusil de asalto, así como bombas de humo, gas paralizante y abundante munición. Este arsenal, entre el que se encontraba una metralleta Uzzi, de fabricación israelí, fue hallado en la casa que el cubano Santiago Aspuru Saunders tenía en Manilva.

Este cubano, que al parecer carecía de tarjeta de residencia, poseía documentación falsa de la Agrupación de Tercios Reales, con la que él y sus cómplices se presentaban como oficiales del Ejército español para realizar prácticas de tiro en una galería de Málaga.

Según han informado funcionarios de la zona, esta persona era confidente de agentes locales del servicio secreto de Defensa. En concreto, poseían carnés que les acreditaban como teniente coronel, coronel, comandante, teniente y capitán de los Tercios Reales, unidad inexistente. En las fotos, aparecían con uniformes castrenses, lo que les permitían presentarse como miembros de una unidad de seguridad. Igualmente, sus cuentas bancarias se hallaban a nombre de asociaciones de resonancia militar.

Intentó disparar

El italiano Sergio Ferrari, residente en Calahonda (en Mijas, Málaga), intentó hacer uso de su revólver al ser detenido, pero los policías le impidieron que llegara a disparar.

La policía prosigue sus investigaciones, ya que sospecha que al menos otros dos ciudadanos españoles están vinculados a la banda. Uno de los italianos eludió el pasado 1 de abril un control de la Guardia Civil, y dejó en un vehículo abandonado una escopeta de caza y una granada.

La policía investiga el contenido de las cajas de seguridad que poseía la banda en entidades bancarias, así como las cuentas abiertas en ellas y el origen del arsenal. Los cubanos dotaban de aparatos de telefonía móvil a los italianos, a los que se les ha intervenido un Mercedes robado en Milán (Italia). El confidente del Cesid y su hijo no participaban en los atracos, pero facilitaban a los asaltantes carnés militares falsos y cuantas armas precisasen.

Ayer tarde se localizó un piso de la banda en Torremolinos, donde ocultaban más armas, incluidas granadas y una bomba tipo nippel, uniformes de la Guardia Civil, escáneres, caretas de disfraz y falsos carnés de oficiales del Ejército.

En principio, no existen indicios que apunten a la participación de este grupo en el reciente atraco perpetrado en Marbella con un botín de 170 millones de pesetas, investigación sobre la que la policía alberga notable -Optimismo. La cadena de atracos de esta banda se ha extendido por las localidades de Málaga, Mijas y Fuengirola.