El primer y último mitin de Bandrés
"Tenernos a Mario Oríaindía,. Sara Montiel y un bertsolari [poeta popular]", dijo ayer en Bilbao el secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Ramón Jáuregui, como muestra de "la pluralidad existente en el PSOE". Las palabras de Jáuregui, acogidas con una ovación, fueron escuchadas con sorpresa por Mario Onaindía, condenado a muere en el proceso de Burgos de 1970, cuando militaba en ETA, que nunca imaginó que se pudiera unir su nombre al de la cupletista manchega que, por cierto, le encontraba en la primera fila del polideportivo de La Casilla, luciendo una efigie de Felipe González en la solapa.La otra sorpresa la protagonizó el ex presidente de Euskadiko Ezkerra (EE), Juan María Bandrés, que intervino en el mitin en sustitución de Mario Onaindía. Bandrés, afiliado al PSOE tras la fusión de este partido con EE, había renunciado a participar en las candidaturas socialistas y tampoco había intervenido en mítines electorales.
En su intervención pidió un "partido plural y tolerante". Solicitó la expulsión de los corruptos de la política y definió a Felipe González como el "mayor impulsor de la unidad europea" y le felicitó, desde el estrado, por la consecución del Premio Carlomagno. Su presencia fue ovacionada. González le devolvió los cumplidos a Bandres y dedicó una parte de su intervención a recordar los tiempos en que se conocieron, allá por los años sesenta, cuando ambos ejercían la abogacía, y durante un viaje en un Seat 600 a la ciudad de Córdoba para conspirar contra el régimen de Franco.
