_
_
_
_
_

Brittan y Kantor no logran evitar la guerra comercial entre EE UU y la CE

Antonio Caño

En la víspera de la entrada en vigor mañana de las anunciadas sanciones norteamericanas contra Europa, el representante de Comercio del Gobierno de Estados Unidos, Mickey Kantor, y el comisario de Comercio de la CE, Leon Brittan, fracasaron ayer en su intento de conseguir un acuerdo que impidiese una guerra comercial, aunque decidieron mantener hoy una conversación telefónica para buscar un compromiso in extremis.

Después de dos días de conversaciones en Washington sobre el conflicto del acceso norteamericano al mercado de servicios públicos europeo, Kantor y Brittan reconocieron ayer que las sanciones, que serían aplicadas a partir de mañana jueves, serán esta vez muy difíciles de evitar. "Sería un error considerar que sólo faltan los toques finales de un acuerdo", dijo el comisario europeo.

Por su parte, el representante de Estados Unidos declaró que su país tomará una decisión final sobre las sanciones después de la conversación que hoy mantendrá con Brittan. Esa conversación tiene que ser telefónica porque el encargado de comercio de la Comunidad tuvo que viajar anoche hacia Bruselas.

Aunque no puede descartarse todavía un acuerdo de última hora, los observadores se muestran pesimistas por los resultados de la reunión de ayer y creen que Estados Unidos no Volverá a aplazar la entrada en vigor de las sanciones, que ya han, sido retrasadas en dos ocasiones.

Fuentes europeas familiarizadas con la negociación afirman que la CE no está dispuesta a re tirar la norma 29 de la directriz europea sobre comercio que condiciona la entrada de terceros países al mercado de servicios públicos- a menos que Estados Unidos ofrezca, compensaciones satisfactorias.

En el borrador de acuerdo presentado por los europeos al ,comienzo de estas negociaciones se pedía que el Gobierno norte americano impusiese regulaciones al mercado de telecomunicaciones para facilitar la entrada de empresas de la Comunidad, así como que levantase la obligación de que el servicio público de transportes tuviese que comprar únicamente material producido en Estados Unidos.

Las autoridades norteamericanas aducen que tanto el sistema de telecomunicación como el de transportes en este país es privado y, por tanto, el margen regulador del Gobierno es muy estrecho. Los europeos afirman que existen en el mercado norteamericano mecanismos que, de hecho, impiden la libre competencia aquí en el sector de servicios públicos.

Estados Unidos, por su parte, se queja de que algunos países d le la Comunidad, como Francia e Italia, tienen una auténtica barrera proteccionista en sus mercados de servicios públicos que impide el acceso de cualquier producto extranjero. Este asunto es uno de los principales obstáculos en las conversaciones de la Ronda Uruguay.

Si Estados Unidos llega hoy a decidir aplicar las sanciones contra Europa, es de esperar una respuesta inmediata de parte de la Comunidad, lo que desencadenaría una guerra comercial que pondría en peligro el GATT y otras negociaciones en marcha entre Washington y Bruselas.

Las sanciones norteamericanas también afectarían, probablemente, a España, pese a que la norma 29 no será aplicada por el Gobierno español hasta el próximo año 1996.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_