Un empresario acusado de asesinato admite haber enterrado a la víctima

El empresario David Díaz Fernández, para quien el fiscal pide 30 años de cárcel por el asesinato en 1989 de un empleado, acusó ayer a uno de sus asalariados de cometer el crimen, aunque reconoció que él mismo enterró a la víctima en un descampado cercano a Pozuelo de Alarcón.La Audiencia de Madrid inició ayer el juicio contra David Díaz, su abogado Roberto Huertas y su empleado José Carlos Anllo Ferreira, todos ellos a sados de asesinar a José Luis González Fernández por miedo a que éste denunciara las irregularidades que estaban llevando a cabo en sus operaciones inmobiliarias.

Según el fiscal, los acusados golpearon a su víctima en el cuello con una llave inglesa, le maniataron, le amordazaron, le suministraron fármacos para intoxicarle, intentaron ahogarle con unos cojines y finalmente le estrangularon con el cinturón de un albornoz.

David Díaz relató que él y los otros encausados, además del fallecido, llevaban a cabo operaciones comerciales irregulares en Lugo. "Compraban las cosas a la mitad de su valor para después venderlas por su valor real". dijo. En septiembre de 1989 se enteraron de que la Guardia Civil buscaba a José Luis, que había iniciado por su cuenta, con la colaboración de José Carlos Anllo, una operación irregular.

David Díaz explicó que, por miedo a que el empleado les inculpara al ser detenido, los tres estuvieron dudando entre matarle o convencerle para que se, marchara al extranjero. Sin embargo, pocos días después, Anllo, sin decir nada a los demás, mató a su compañero. Luego, los tres acusados metieron el cadáver en un coche, y el empresario, según confesó ayer, le enterró en un descampado.