El asesino del joven de Villalba deberá pagar 10 millones a la novia
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 27 años de cárcel al guardia civil José María del Río Cárdenas por el asesinato de José Manuel Santarem Ciudad, a quien disparó el 7 de abril de 1990, en las puertas del pub Joloki, de Collado Villaba (Madrid) la noche en que celebraba su despedida de soltero. La sentencia contempla una indemnización de 20 millones de pesetas a la familia del fallecido y otros 10 millones a su novia, Rosana García, con quien el fallecido se iba a casar al día siguiente de morir. Esta última indemnización constituye una novedad en jurisprudencia.El pago de las indemnizaciones ha creado malestar en el letrado encargado de llevar la acusación popular, Carlos Vila, que ha anunciado que recurrirá la sentencia, ya que él y la acusación particular habían pedido la responsabilidad civil subsidiaria del Estado.
El abogado defensor, José Palacios, también recurrirá el fallo porque considera que se trata de un accidente por una "imprudencia temeraria".
En el asesinato, "repentino e imprevisto", ha concurrido "la circunstancia específica de alevosía", según dice la sentencia, que también pone de manifiesto que existió "ánimo de matar". Del Río disparó "a la cabeza [zona vital] a un metro de distancia".
El fallo del tribunal relata que el procesado y sus acompañantes, los guardias civiles José Sánchez, Juan Manuel Polo y el sargento José Luis Ramos, acababan de escoltar a un preso del País Vasco al hospital penitenciario de Carabanchel (Madrid) y después se trasladaron a Villalba. Sólo Del Río iba armado.
Los agentes coincidieron en la puerta del pub con Santarem y dos de sus amigos, Félix y Ester, que esperaban a Carlos Vidal para que los llevara a casa en su vehículo. Polo se dirigió al grupo expresando "frases despectivas para la localidad" y Santarem le golpeó "con las manos".
Disparos a un metro
Después de este incidente, Del Río, "de manera repentina, sacó la pistola que llevaba al cinto, a la que previamente había quitado los seguros que impedían el disparo, levantó la misma y disparó contra la cabeza de Santarem, a una distancia de un metro, guardando seguidamente la pistola y retirándose del lugar".
Tras realizar el disparo -la pistola, de su propiedad, era de marca Star, modelo BKM, calibre 9 milímetros Parabellum procedió a cambiar el cargador utilizado, de la marca Geco (no reglamentarlo) por otro carga dor con munición Santa Bárbara, que es la que utiliza la Guardia Civil, y se desprendió de los cartuchos Geco "para que no se le relacionase con el hecho".
