_
_
_
_

Clemente quiere borrar la mala imagen de Riga

La selección española de fútbol afronta mañana, miércoles, su tercer compromiso en su larga andadura hacia el Campeonato del Mundo, que concluirá el 17 de noviembre de 1993 contra Dinamarca. Para entonces, su técnico, Javier Clemente, espera que ya tenga el billete para Estados Unidos. En ese sentido, cree que debe puntuar ante Irlanda del Norte en Belfast, donde confía en sus hombres para borrar la mala imagen de su debú, frente a la débil Letonia, en Riga, donde sólo se igualó. Clemente confirmó la titularidad del delantero Claudio.

La selección se ha instalado en Belfast después de tres días de preparación en Madrid. Los resultados mandan, pero el ambiente en ella es diferente al de los últimos tiempos, en los que la crispación estaba a la orden del día y el principio de autoridad totalmente perdido. El control lo ejercían antes los jugadores, no los técnicos. Ahora sucede lo contrario. El artífice del cambio es Clemente, que hace y deja hacer y es respetado por sus internacionales. Su gran problema es su nula capacidad para las relaciones públicas ante un sector de los medios de comunicación que, según él , le están esperando "con los cuchillos afilados". Y es que la historia y las hemerotecas le pasan factura.Su poder para comunicarse con sus hombres es total. Para cada uno tiene la palabra adecuada, lo que se nota. Michel, por ejemplo, vuelve a tener ilusión y con toda seguridad estrenará, mañana la capitanía en ausencia de Bakero. "Es dicharachero y tiene. personalidad, aunque algunos opinan de modo distinto", dice el centrocampista del Real Madrid, quien no oculta su satisfacción: "Me siento a gusto en la selección, pero sigo siendo el de siempre. La única diferencia es que ahora sonrío y me compro trajes más bonitos".A gusto

El resto del colectivo también da muestras de sentirse a gusto. Hasta el joven Guardiola acepta su papel de suplente y Martín Vázquez el de obrero. El ex turinés y ex marsellés se niega a aportar más datos sobre su regreso al Madrid y tiene la intención de consumir las horas previas al partido leyendo una novela con un título sintomático: "Fuego cruzado

El más nervioso de todos es Claudio, el último descubrimiento de Clemente. El deportivista ha llegado a la selección ante "la escasez de delanteros en el fútbol español", explica el seleccionador, que ayer estaba más preocupado por la pérdida de su cartera, con 300.000 pesetas en su interior, que por el encuentro. "Claudio me ha sorprendido gratamente en los entrenamientos y será titular. No hay más cera que la que arde. Hay gente habilidosa, pero no rompedora", declara Clemente, que suspira por la nacionalización del tinerfeño Pizzi y la recuperación de Losada, cuyo fichaje recomendó al Sevilla. Para él, Butragueño sólo necesita "tranquilidad".

Con la alineación decidida (Zubizarreta; Ferrer, Solozábal, López, Toni; Michel, Hierro, Amor, Martín Vázquez Manolo y Claudio), a Clemente lo único que le procupa es la es casa iluminación del estadio y el juego aéreo de los norirlandeses. Las posibles carencias físicas de Manolo piensa resolverlas, en teoría, con Alfonso en el segundo periodo. Por cierto que el madridista y los demás olímpicos, como Ferrer, López, Solozábal y Guardiola, recibirán finalmente cuatro millones de pesetas como premio por el triunfo en los Juegos.

La última vez que España se enfrentó a Irlanda del Norte en Belfast fue el 8 de febrero de 1989, en partido del Mundial de Italia 90. Con Luis Suarez en el banquillo, se impuso por 0-2 (Andrinúa y Manolo). De aquel equipo apenas quedan Zubizarreta, Michel, Martín Vázquez y Manolo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_