_
_
_
_
_

"Me gustaria devolverles los tortazos", dice el niño secuestrado

Xu Jie Yang, de 11 años, salió el viernes pasado del piso donde había estado encerrado la última semana y pidió a un taxista que le llevase a su casa de Getafe porque se había perdido. No le creyó y Xu Jie optó por decirle la verdad al conductor: una banda de extorsionadores chinos le habían tenido secuestrado seis días sin darle apenas comida, no le dejaban dormir y le pegaron alguna torta, que ahora le gustaría devolver. El taxista seguía sin dar crédito a la historia del pequeño, pero accedió a devolverle a casa de sus padres.

La banda de los siete se dedicaba a extorsionar y atracar a los dueños de restaurantes chinos, pero esta vez no se conformaron con las 94.000 pesetas que robaron en casa de la familia Yang y secuestraron al pequeño Xu Jie delante de sus padres y hermanas.Los integrantes de esta mafia china tuvieron a Xu Jie encerrado durante seis días en un piso del barrio madrileño de Vicálvaro, en espera del rescate de 50 millones de pesetas que habían pedido a los padres. No le dejaban dormir, sólo le daban un poco de arroz dos veces al día y recibió algunos tortazos que le gustaría devolver. "El peor momento fue cuando me llevaron al piso", recuerda Xu Jie.

Sin lágrimas

Xu Jie dice que pasó mucho miedo, pero intentó no llorar, "para fastidiarles", dice orgulloso de su valor: "Sólo lloré un poco cuando me acordaba de mi madre y mi familia". Los secuestradores habían sido expulsados de España por residencia ilegal, aunque la policía sospechaba que se dedicaban a la extorsión.Los dueños de restaurantes chinos son reacios a denunciar estos chantajes, pero a raíz de este suceso se ha comprobado que al menos 30 de ellos fueron víctimas de estos delincuentes. Un policía nacional de la comisaría de Getafe a5rina que esta banda tenía atemorizados a sus compatriotas: "Sólo con decir que son de la provincia de Fu Jiang, ya los acobardan, porque tienen fama de sanguinarios". Esta es la primera vez que se produce un secuestro de este tipo en España. "Ahora seguramente dejarán de chantajear una temporada", opina el mismo agente.

La familia no hizo ninguna denuncia, pero en la comisaría de Getafe, municipio de 140.000 habitantes al sur de Madrid, se enteraron del secuestro porque Yang intentaba conseguir dinero entre sus, compatriotas. La policía logró identificar a los secuestradores, y detuvo a uno de ellos el pasado jueves a mediodía cuando iba a llamar por teléfono. Los otros integrantes de la banda renunciaron entonces a continuar con el secuestro y al día siguiente abandonaron el piso y a Xu Jie.

Quiere que le llamen Juan: "Sólo Juan, ni Xu Jie ni Juan¡to", replica a su hermana Silvia, un año mayor que él. Apenas habla chino, y sus padres utilizan un español de supervivencia. Prefiere la paella a los rollitos de primavera y le encanta jugar al fútbol. "Juego bien, pero comparado con mis compas del cole soy un desastre", dice con pena.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

No se considera muy buen estudiante, aunque no ha suspendido ninguna asignatura en junio y empezará sexto el próximo curso. Lo que más le gusta es dibujar, pero no sabe si quiere dedicarse al arte cuando crezca.

Su familia llegó a España hace ocho años, cuando él tenía tres, y desde entonces sólo ha ido una vez a China de vacaciones. Sabe usar los palillos, y, como otros muchos niños españoles, lleva un ramillete de chupetes colgados al pecho. "Para que le den suerte", dice su hermana, que recordará la semana pasada como la peor de su vida.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_