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"Sin odio, sin violencia y sin armas"

"Sin odio, sin violencia, sin armas". El lema del butronero de Niza (Francia) Albert Spaggiari explica la esencia del sistema del agujero, cuyo precedente más famoso en España fue el robo ocurrido en Marbella en la Navidad de 1982. Los asaltantes se llevaron unos 1.000 millones del Banco de Andalucía.Tres años más tarde, y a través de las alcantarillas, unos delincuentes se hicieron con el contenido de 11 cajas de seguridad de una sucursal del Santander. Fue el 9 de diciembre de 1985, en pleno Rastro madrileño. No había transcurrido un año cuando esa misma oficina bancaria sufrió un nuevo asalto: el 23 de noviembre de 1986, aprovechando un fin de semana, unos butroneros perforaron la cámara acorazada con una lanza térmica y desvalijaron la mayoría de los cofres. Se apoderaron de 1.000 millones en joyas, pero casi todo el botín fue recuperado un mes después.

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Unos ladrones saquean limpiamente las cajas privadas de un banco pese al ruido de la alarma

En mayo de 1988 le tocó el turno al Banesto. Dos enmascarados robaron cuatro millones en una de sus oficinas de Madrid. Hicieron un butrón, esperaron dentro la llegada de los empleados y los redujeron. Cuando el mecanismo de apertura retardada de la caja actuó, los ladrones cogieron el dinero.

Los butroneros suelen aprovechar los periodos de vacaciones. Así ocurrió, por ejemplo, en el puente de San Isidro de 1989. Un butrón en la oficina del Banco Central en la calle de la Isla de Java de Madrid dio a los ladrones un botín de 300 millones. Reventaron 86 cajas de seguridad, de las que 44 estaban llenas de joyas, lingotes de oro y dinero.

Alarmas inútiles

En la Semana Santa de 1990 fueron desvalijadas 120 cajas de seguridad del Banco Herrero de la calle de Raimundo Fernández Villaverde de Madrid. Los delincuentes se llevaron al menos 2.000 millones. En estos dos últimos atracos saltó la alarma en la sala del 091 y una patrulla acudió al lugar, pero al no apreciar ningún movimiento se retiró.Otro puente, el del Primero de Mayo de 1990, fue aprovechado por unos butroneros para asaltar la cámara acorazada de una oficina del Hispano Americano de la Gran Vía de Madrid. Se llevaron ocho millones de pesetas y el contenido de 16 cajas privadas.

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El último de los asaltos por este procedimiento se sitúa en una sucursal de La Caixa, en Gerona. Fue el 15 de agosto. de 1991. Los ladrones no debieron de dar saltos de alegría. El botín rondó las 300.000 pesetas.

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