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UGT afirma que Soler Padró debe 1.200 millones en impuestos por La Seda

El sindicato UGT afirma que Jacinto Soler Padró deberá abonar 1.175 millones de pesetas por la adquisición de las acciones de Akzo en La Seda porque la compraventa "fue en realidad una donación, por lo que está sujeta al impuesto de sucesiones y donaciones", gestionado por la Generalitat. Soler ofreció ayer una rueda de prensa en Madrid, en la que reiteró los argumentos ya conocidos sobre el conflicto.

La unión comarcal del Baix Llobregat de la UGT ha elaborado un informe en el que llega a la conclusión de que el traspaso de las acciones de Akzo en La Seda a Soler Padró por el valor simbólico de una peseta, en julio de 1991, "fue una compraventa simulada que en realidad esconde una donación indirecta". Según las tesis de UGT, el valore neto patrimonial del paquete de acciones adquirido por Soler, que constituye el 57,5% del capital de La Seda, se eleva a 1.679 millones de pesetas, a partir del precio de la última negociación de la compañía antes de la suspensión de su cotización en Bolsa: 290 pesetas por acción. De esta cantidad, el sindicato atribuye a Soler una deuda tributaria de 1.175 millones, al no existir ningún tipo de parentesco entre las dos partes.

El sindicato ha manifestado su malestar con el consejero de Economía de la Generalitat, Maciá Alavedra, a quien acusan de "pasividad". Fuentes de este departamento negaron las acusaciones al señalar que ahora mismo está abierta una investigación que deberá determinar si es necesario o no abrir un expediente a Soler por elusión fiscal. "No podemos investigar todas las operaciones sospechosas que aparecen cada día en los periódicos", señalaron estas fuentes.

Argumentos conocidos

El equipo de Soler Padró, entretanto, se sigue considerando el único consejo con poderes sobre la compañía, a pesar de que el Registro Mercantil ha invalidado los acuerdos de la última junta de accionistas. Según la interpretación de juristas independientes, la decisión del Registro supone en la práctica que no se pueden considerar efectivos los acuerdos de dicha junta, en la que Soler Padró logró por primera vez hacer uso de su paquete de acciones y nombrar un Consejo de Administración. Este consejo está encabezado por Salvador Anglada (presidente) y Pedro Engel (vicepresidente). Anglada, Engel y Soler ofrecieron ayer una rueda de prensa en Madrid, en la que reiteraron sus posiciones ya conocidas en torno a la crisis de La Seda. Así, insistieron en no acatar la decisión del Registro Mercantil por entender que sólo un juez puede dejar sin validez los acuerdos de la junta. También confirmaron las conversaciones con la firma taiwanesa Hualon, que en su día llegó a un principio de acuerdo con la Generalitat y con el equipo directivo de La Seda encabezado por José María Villamarín -opuesto al de Soler- para convertirse en el nuevo socio industrial de la firma química.

Anglada hizo un repaso de los grandes números de la compañía en lo que va de año y afirmó que las pérdidas en el primer trimestre han sido de 300 millones. El equipo de Villamarín estimó hace pocas semanas esas pérdidas en 600 millones de pesetas, frente a los casi 4.000 millones perdidos en 1991.

Soler Padró denunció que el director general nombrado por su equipo, Jordi López Martí, no pudo entrar ayer en las instalaciones de La Seda, al impedírselo un grupo de trabajadores. Ya antes de la decisión del Registro, el comité decidió no aceptar las decisiones de Soler y siguió considerando a José María Villamarín director general de la empresa a pesar de que fue destituido por Soler.

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