La mitad de españoles considera mala la situación
PSOE pierde simpatía electoral en favor del PP, Izquierda Unida y CiU
Casi uno de cada dos ciudadanos españoles califica de mala o muy mala la situación política y económica de España, según un sondeo realizado por Demoscopia para EL PAÍS durante la última semana del pasado mes de marzo.Desde el periodo comprendido entre los años 1980 y 1982, en plena recesión económica y crisis del nuevo régimen democrático, no se habían registrado índices tan altos de malestar social. El porcentaje de españoles que valora la situación política como mala o muy mala ha saltado del 30% en el mes de diciembre pasado al 44% en la actualidad; el estado de la economía recibe idéntica valoración negativa para el 43% de los ciudadanos, frente al 28% en el sondeo precedente de diciembre.
Todos los indicadores llevan a pensar que en los primeros meses de 1992 está cristalizando una atmósfera política general nueva, de descontento e irritación, a partir de la acumulación de frustraciones. sectoriales con el mal funcionamiento de los servicios públicos, el coste de la vida, la presión fiscal y los escándalos financieros.
Fenómeno preocupante
En el terreno político, hay que remontarse hasta el año 1983 para encontrar un precedente tan negativo como ese mencionado 44%. El fenómeno adquiere proporciones mucho más preocupantes si se considera que en las grandes ciudades, es decir, las de más de un millón de habitantes ese descontento se amplía hasta una abrumadora mayoría del 62%. Por contra, sólo un 20% de españoles entiende que la situación política es buena o muy buena, porcentaje que en las grandes ciudades se reduce al 11 %.
En el terreno económico, la valoración claramente negativa se extiende por primera vez en muchos años entre la mayoría de la población. No sólo en relación con la situación nacional, sino también con la economía doméstica: disminuye en más de un 25% la proporción de personas cuya economía familiar ha mejorado y aumenta correlativamente la proporción de aquellos cuya situación personal ha ido a peor (28%, frente al 22% en diciembre de 1991).
Esta atmósfera de opinión negativa está particularmente extendida en las grandes ciudades, donde el 53% piensa que la situación económica es mala o muy mala.
Interesa destacar el hecho de que la valoración negativa de la situación política no se traslada tanto a las personas de los líderes como a las alternativas políticas o de gobierno que sus partidos pueden representar.
Dicho en otros términos, lo que está cambiando no es tanto la imagen pública de las personalidades políticas como la preferencia electoral. De hecho, con excepción de la pe rsonalidad del vicesecretario del PSOE, Alfonso Guerra, que sigue deteriorándose significativamente (2,5 en la escala del 0 al 10, frente a los casi 4 puntos que tenía hace poco más de un año), casi todos los demás políticos sufren un lento deterioro a lo largo de los últimos 12 meses.
Sólo el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se salva de esta tendencia con una leve mejoría de su calificación.
Simpatías electorales
En el campo de las simpatías electorales se registran algunos cambios significativos, entre ellos el deterioro en la posición del PSOE para beneficio de casi todos los demás, muy especialmente del Partido Popular, Izquierda Unida y Convergència i Unió. Con los datos del sondeo, la distancia entre el PSOE y el PP se reduce en un tercio durante los cuatro últimos meses.
En el sondeo del mes de diciembre pasado la relación era de 33% para el partido socialista frente al 15% para el Partido Popular. En este sondeo las simpatías hacia la sigla socialista del PSOE se han reducido al 30%, mientras que las del Partido Popular han subido al 18% de porcentaje.
De otro lado, la coalición Izquierda Unida, otro de los beneficiados por el descenso socialista asciende del 5,1% al 7,6%, mientras que los catalanes del grupo de Convergéncia Democrática¡ Unió Democrática mejoran el 3,4% del mes de diciembre del año anterior con un 4,6% el pasado mes de marzo.
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