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La residencia de ancianos de Valdilecha contrata a una auxiliar para que no la clausuren

María Luisa Andrés, dueña de la residencia de ancianos de Valdilecha, investigada por la fiscalía de Madrid, ha decidido contratar a una auxiliar de clínica para evitar que la Comunidad de Madrid le clausure el centro, que albergó durante meses en una especie de nave a 12 ancianos en condiciones denigrantes. El servicio de inspección de la Comunidad dio la pasada semana un plazo de 15 días a esta residencia para que o bien contratase a una auxiliar de clínica o bien redujese a cinco el número de ancianos."Yo siempre me he bastado sola para atender la residencia, pero si me lo exigen, no tendré más remedio que contratar a alguien por horas", declaró María Luisa Andrés.

La propietaria de la residencia, denominada Santa Virginia y Virgen de la Oliva, confiesa que los nueve ancianos que tiene en la actualidad, que pagan al mes cantidades que oscilan entre las 60.000 y las 80.000 pesetas, le dejan al mes en torno a las 800.000 pesetas.

Según Andrés, de ese dinero sólo le queda limpio al mes alrededor de 150.000 pesetas, ya que hay que descontar el alquiler del centro (168.000 pesetas), luz, agua y las mensualidades de un chalé que compró hace meses en la costa de Gandía (Valencia), entre otros gastos. "Y 150.000 pesetas no es mucho dinero, por el trabajo mío y de mi marido [que es el cocinero]", dice la propietaria.

Hasta el pasado verano, esta residencia acogió a 24 ancianos. Como todos no cabían en el chalé, Andrés arrendó una lúgubre nave adyacente y albergó en ella a unos 12 de los 24 ancianos.

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