Demasiada improvisación
La Bolsa española fue ayer víctima de su propia indefinición, sin que los altos volúmenes que está registrando sean capaces de romper la dependencia con los grandes mercados. Wall Street cerró a la baja el martes, acabando así con las tentativas de mejora de estos mercados, aunque, en la sesión de ayer, también puso el remedio al reaccionar positivamente ante la publicación del IPC de enero. La remontada del Dow Jones tras una apertura descendente suavizó el recorte del índice madrileño, pero no logró anular la sensación de improvisación con que se trabaja en el mercado.Uno de los mejores ejemplos de esa situación estuvo en Telefónica, que, tras perder 55 pesetas, logró recuperar 15. La causa estuvo en la fuerte demanda de acciones que llegaba del exterior, tanto por el precio como porque se divulgó que la integración de la ITP en la Seguridad Social costará 19.000 millones de pesetas, una cifra mucho más baja que las estimadas con anterioridad.
El cierre de esta sesión estuvo muy animado, lo que elevó el volumen hasta los 18.000 millones de pesetas en el mercado continuo, pero el índice tuvo que conformarse con un recorte de 1,18 puntos, poca cosa comparado con la baja de casi dos puntos que sufría a mediodía.