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RACISMO Y DROGA

Los 'yonquis' vuelven a la plaza de España

Vicente G. Olaya

Los toxicómanos madrileños de la zona centro han regresado a sus antiguos territorios, ocupados días atrás por la Conferencia de Paz en Oriente Próximo. El inmenso despliegue policial para proteger a los delegados internacionales les había ahuyentado de la zona. El fin de las reuniones -y en consecuencia la disminución de la presión de los agentes en las cercanías del Palacio Real- ha permitido que heroinómanos y camellos vuelvan a deambular por los jardines de Sabatini y los subterráneos de la plaza de España. Los yonquis han regresado ya a sus lugares habituales, y la afluencia aún puede resultar mayor si la justicia calé tapona los focos de venta de droga en los poblados de la periferia.

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Cuando se inició la conferencia, 10.000 agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado patrullaban por las calles de Madrid. Las zonas adyacentes al Palacio de Oriente estuvieron especialmente vigiladas. Ahora que todo el dispositivo se ha desmantelado, el paisaje vuelve a ser el de antes.Los drogodependientes se inyectan las sustancias tóxicas, de nuevo, en las zonas más sombrías del parque de Sabatini, a espaldas del Palacio Real. Las transacciones económicas de compra y venta de droga vuelven a realizarse en las escaleras de los servicios públicos de los jardines.

Una de las fuentes situadas en el parque, así como las dos ubicadas en la esquina de la cuesta de San Vicente, son empleadas para el lavado de jeringuillas. (Una operación inútil, por otro lado, pues limpiarlas sólo con agua no sirve para evitar el contagio del sida. Sólo puede resultar de utilidad si se lavan con lejía).

Jeringuillas usadas

La parte más alta de los jardines, la adyacente a la calle de Bailén, es frecuentada por toxicómanos sin dinero. Entre los parterres, buscan jeringuillas usadas a las que todavía les quede heroína en su interior.Los turistas que visitan los jardines sólo caminan por la zona más cercana al edificio real, evitando los lugares cubiertos por la arboleda.

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A pesar de que el parque permanece abierto todo el día, a primeras horas de la tarde el público lo abandona.

Los jardineros han sido los primeros en notar que ya ha concluido la Conferencia de Paz en el Palacio Real: "Antes de la reunión recogíamos unas 200 jeringuillas diarias. Mientras duraron las sesiones de la conferencia, ninguna. Y en los últimos días nos acercamos ya a las 50 jeringuillas. De todas formas, dentro de poco esperamos alcanzar las cantidades de meses anteriores", comenta uno de los funcionarios.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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