Un policía juzgado por asesinar a delincuentes admite que mató a uno de ellos
José María Pérez Gutiérrez, Cartago, uno de los policías antiatracos acusados en el denominado caso Atocha, admitió ayer haber disparado contra el presunto delincuente Feliciano Martín, al que causó la muerte, pero negó que los dos disparos -uno entre las cejas y otro en la cara- fuesen a quemarropa. Esta negativa contradice el informe forense, que precisa que al menos el primero de los disparos fue realizado con el cañón tocando la frente de Martín.
JOSÉ YOLDI Pérez Gutiérrez afirmó que en 1984 ganó una competición de tiro por lo que agregó: "Si le hubiera puesto la pistola en la cabeza lo reviento como a un melón".Jaime Cabezas, otro de los policías procesados, ratificó la versión de los hechos ofrecida por su compañero y justificó que el tercer hombre, Fernández Corrto, hubiera recibido un tiro en la espalda porque al sentir el impacto del primer disparo su cuerpo se retorció sobre sí mismo.
Las manifestaciones de Pérez Gutiérrez se realizaron durante el juicio, que se inició ayer en la. Audiencia Provincial de Madrid, contra el comisario Francisce, Javier Fernández Álvarez- jefe, del grupo y ya condenado a 29 años por la desaparición de Santiago Corella, El Nani- y los inspectores Adelardo Rafael Martínez (Peque), Jaime Ignacio Cabezas y José María Pérez Gutiérrez, por el asesinato premeditado de tres delincuentes que acababan de atracar un taller de joyería en la calle de Atocha, de Madrid, el 18 de junio de 1984.
El fiscal y las acusaciones consideran que los policías no intentaron detener a los asaltantes, sino que mataron a dos de ellos para apoderarse del botín y dejaron huir al tercero, al que asesinaron un mes después, para disponer de una coartada que explicara la desaparición de la mayor parte de las joyas robadas. Tres de los procesados recibieron felicitación pública y premio de 10.000 pesetas por la muerte del tercer delincuente, José Luis Fernández Corroto. Otros 11 policías fueron felicitados por ese servicio.
Disparo del delincuente
Pérez Gutiérrez, absuelto en el caso El Nani, dijo que esquivó un tiro que el delincuente le hizo con una escopeta de cañones recortados y que disparó dos veces al bulto a unos dos metros. Admitió que él realizó los dos disparos que alcanzaron al atracador Feliciano Martín, pero insistió en que no apoyó el arma en la cabeza de Martín cuando disparó. La autopsia desmiente esta afirmación, ya que establece que el disparo que el delincuente recibió entre las cejas presentaba desgarro estrellado de la piel y ennegrecimiento interior propios de la herida en boca de mina, es decir, que fue realizado a bocajarro.
Pérez Gutiérrez negó también que el tercer delincuente, muerto un mes después recibiera un disparo en la espalda, lo que establece la autopsia que en su día le fue realizada.
El policía, que incurrió en numerosas contradicciones, negó que trasladase parte del botín robado a las dependencias policiales, cuando en el atestado policial que se confeccionó a raíz del suceso figura que intervino en la entrega de cuatro lotes de joyería.
Pérez Gutiérrez se negó a contestar a las preguntas del acusador Jaime Sanz de Bremond, porque, según dijo, tiene animadversión hacia los procesados. Lo cierto es que el letrado puso de manifiesto que el policía pretende enmascarar su verdadera identidad, ya que su nombre completo es José María Pérez-Reverte Gutiérrez.
La policía ha afirmado en un escrito dirigido al tribunal que "no le consta" cuántos funcionarios componían la Brigada Regional de Policía Judicial y su distribución en los distintos grupos en la fecha en que ocurrieron los hechos. La respuesta policial ha sido calificada de "escandalosa falta de colaboración con la justicia" por Sanz de Bremond, mientras el tribunal ha ordenado reiterar el requerimiento a la Dirección de la Policía.
