Ejercer la democracia
En el editorial de EL PAÍS del viernes 6 de septiembre se insinúa el siguiente argumento: es explicable que letones y eslovenos quieran separarse de los Estados en que fueron obligados a integrarse por1a fuerza, pero las pretensiones secesionistas de vascos y catalanes no pueden parangonarse con las de aquellas nacionalidades, porque su integración en España está democráticamente canonizada. Es fácil objetar a esto que lo que caracteriza a un régimen político como democrático es precisamente garantizar el libre ejercicio de los derechos de sus ciudadanos, incluido el de la autodeterminación (y conste que no soy nacionalista). Pero esta evidencia lógica no debe ocultar una verdad más sutil, que subyacé a aquel razonamiento: eso de ejercer la democracia está muy bien cuando se trata de sacudirse de encima una dictadura, pero comienza a resultar sospechoso cuando se hace para cuestionar comportamientos e instituciones que son democráticos. 0 sea, que la democracia -como ideología- utiliza la democracia -como institución- como coartada contra la democracia -como actividad-. Toda una filigrana.-
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