'Promenade concert'
Escribimos para expresar nuestra indignación, que es la de la mayoría de los asturianos, por el espectáculo extramusical que se dio el pasado lunes en la catedral de Oviedo. Después de una semana de anuncios en radio, prensa y televisión, el concierto de los Virtuosos de Moscú sólo pudo ser presenciado por una mínima parte de las personas que habíamos estado más de tres horas en la cola, puesto que al menos un 50% de la capacidad de la catedral había sido reservado.La crispación de los "no invitados" llegó a su momento culminante al conseguir entrar en la catedral y descubrir que todos los bancos -repetimos: todos- estaban reservados para "personalidades". Los encargados de la organización, no muy educadamente (más bien con malos modos), respondieron que la nave central estaba destinada exclusivamente para personas con invitación. ¿Qué invitación? ¿No se anunciaba recalcadamente entrada libre? Nos parece muy bien que se reserven las tres o incluso cuatro primeras filas para personalidades (entiéndase la Infanta, representantes rusos, etcétera), pero el resto del aforo de la catedral lo ocupaban precoces personalidades de 12 años y oscuros personajillos de consejerías autonómicas con sus amigos, amigos de los mismos, etcétera.
El concierto, cuyo programa fue alterado en la primera parte sin previo aviso, llevaba el título de Libertad en la URSS, pero mejor debería haberse llamado, en nuestra opinión, Promenade concert, si bien la catedral no es precisamente el Albert Hall.- y tres firmas más.
