_
_
_
_
_
REPERCUSIONES ECONÓMICAS DEL GOLPE DE ESTADO EN LA U.R.S.S.

Los expertos califican de "ajuste técnico" la subida del petróleo

Los analistas consideran que la subida del petróleo por los sucesos de la URSS es un mero "ajuste técnico" y que no hay pánico en los mercados. Las oscilaciones de ayer y del lunes, que al final se tradujeron en una subida de menos de un dólar el primer día de la crisis, son irrisorias en comparación con los movimientos de hasta 11 dólares por barril que se sucedieron durante la crisis del Golfo.

Más información
Compás de espera para las empresas españolas con intereses en la zona

En los primeros momentos de la crisis, el crudo Brent de entrega inmediata se disparó en el mercado de Londres, donde se llegó a apreciar hasta tres dólares por barril. Sin embargo, el cierre del lunes se situó en 20,5 dólares por barril, lo que supone un alza de 80 centavos sobre el cierre del pasado viernes. En la apertura de ayer se cotizaba a 20,75 dólares, para caer luego a 20,40, por debajo del cierre del lunes.A juicio de los analistas estas subidas son "ajustes técnicos dentro de un mercado que ya es de por sí muy flexible". Según estas fuentes, "salvo en el caso de que llegara a haber guerra civil no se esperan grandes subidas, y ni siquiera en ese caso tendrían la magnitud de las alcanzadas durante la guerra del Golfo".

Estas previsiones se fundamentan en el hecho de que aunque la Unión Soviética es el primer productor mundial de petróleo, la mayor parte se destina al consumo interno y sólo algo más de 1,5 millones de barriles diarios engrosan el mercado mundial. "La URSS suministra en la actualidad el 3% del petróleo que se consume en las economías de mercado", aseguran fuentes del mercado.

Los analistas unen al escaso peso de la Unión Soviética como suministrador de las economías occicentales el hecho de que aunque hubiera guerra, tampoco se espera que cese el suministro. "Sería el primer caso de la historia. Ni siquiera Irán, durante su revolución, dejó de exportar petróleo, porque es una fuente de divisas especialmente necesaria en caso de conflicto interno". La diferencia de esta crisis con la del Golfo Pérsico es que los países occidentales decidieron bloquear las exportaciones de Irak y del Kuwait anexionado, y hasta el momento no hay ningún indicio de que Estados Unidos y sus aliados estén dispuestos a tomar medidas semejantes con la URSS.

Capacidad en declive

La Unión Soviética, probablemente por las dificultades económicas internas, ha ido perdiendo en los últimos años su capacidad extractora, en parte por la caída del consumo pero sobre todo por la imposibilidad de destinar a sus campos las necesarias inversiones para mantener los niveles de producción. La URSS suponía en 1989 el 19% de la producción mundial, seguida de Estados Unidos (14%) y Arabia Saudí (8,3%).

En barriles, la producción soviética ha ido cayendo: 12,7 millones de barriles diarios en 1988, de los que algo más de 2 millones se dedicaban a la exportación y el resto al mercado interno. En 1991, la producción ha caído a 10,7 millones de barriles diarios, de los que entre 1,5 y 1,6 millones se destinan a la exportación, una cifra equivalente al 3% del mercado mundial (excluído el consumo de la propia URSS y del resto de países que forman el antiguo bloque de economía centralizada).

En cuanto a reservas, a finales de 1989 la URSS tenía unas reservas probadas de 58.400 millones de barriles de crudo, en torno al 5% de las reservas de todo el mundo. Sin embargo, los expertos consideran que tales reservas están infravaloradas, dado el alto potencial exploratorio del país.

Las áreas más ricas en reservas y producción de petróleo son las cuencas del Timan-Pechora, al norte de la Unión Soviética, la región de Ob, en la Siberia occidental, la del Volga y los Urales, y las cuencas de Emba, Kalmuck y Bakú, en los alrededores del mar Caspio.

España consume cada vez menos crudo soviético y todavía no importa gas natural

La dependencia española respecto al crudo soviético es cada vez menor, al tiempo que la del gas todavía no ha empezado. Por estas dos razones los analistas consideran que la crisis en la URSS no debería alterar la actual estrategia energética española.En 1988, España importaba de la Unión Soviética 6,7 millones de toneladas de petróleo, equivalentes al 13 8% del crudo consumido. En 1989 este porcentaje se redujo al 10,1% (5,13 millones de toneladas), en 1990 al 9,8% (4,9 millones de toneladas) y hasta marzo de 1991 se habían importado 400.000 toneladas, equivalentes a algo menos del 5% de las importaciones españolas en ese periodo, según datos facilitados por Repsol.

En lo que afecta a la otra gran exportación energética de la URSS, el gas natural, España está en vías de ser comprador de gas soviético, pero a largo plazo. En octubre de 1990, el ministro de Industria y Energía, Claudio Aranzadi, firmó con el Gobierno soviético un protocolo para el desarrollo de la cooperación en el ámbito industrial y energético. Pero este protocolo no se plasmará en importaciones hasta dentro de, por lo menos, 20 años.

En la actualidad, España produce en el Golfo de Vizcaya un tercio del gas que consume. El resto lo importa de Libia y Argelia en forma de gas lícuado. Cuando entre en funcionaminto el gasoducto de Gibraltar, importará directamente el gas natural argelino. Desde 1996 importará gas natural procedente de Noruega, a través del gasoducto que unirá la red española con la francesa a través de los Pirineos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_