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Las obras en el corredor mediterráneo costarán unos 70.000 millones hasta 1993

El ministerio de Transportes y Renfe coinciden en la necesidad de mejorar el ferrocarril en el área mediterránea y en concreto las líneas Madrid-Valencia y Valencia-Barcelona. Con la gran obra de la alta velocidad en vías de conclusión, el nuevo gran plan, que debe ser aprobado por Transportes, es reducir los tiempos de viaje y facilitar el transporte de mercancías entre las tres capitales aumentando la velocidad en las líneas hasta 200 kilómetros por hora. El coste del proyecto se estima, en principio, en 70.000 millones de pesetas, aproximadamente el coste que supuso la obra, en alta velocidad, del tramo Córdoba-Sevilla, según fuentes del ministerio.

El plazo para la conclusión de los trabajos se calcula en dos años y el presupuesto de las obras deberá ser contemplado en el próximo contrato programa Renfe-Estado, cuya negociación está a punto de iniciarse y en la que también participará el Ministerio de Economía y Hacienda.La competencia que supone la carretera en la zona y la necesidad de facilitar el transporte de mercancías desde el sur y levante de España hasta la frontera con Francia y viceversa han acelerado el estudio de un proyecto cuya importancia ha destacado recientemente el ministro responsable de infraestructuras, José Borrell.

Mejora de infraestructuras

El proyecto trata de mejorar la infraestructura de un área, bautizada con el sonoro calificativo de triángulo de oro, de una gran importancia económica.En este sentido, las obras reducirán los tiempos de viaje entre Madrid y Valencia a dos horas y media y dotarán de doble vía a la práctica totalidad de la línea Valencia- Barcelona. La doble vía, además, se considera vital para el transporte de mercancías, un tema sobre el que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes se muestra más que sensible.

La obra se plantea en velocidad alta (200-220 kilómetros por hora), no en alta velocidad (AVE). El proyecto incluye la colocación de traviesa polivalente, un material que permitiría modificar rápidamente el cambio de ancho de vía a medidas internacionales en el caso de que el Gobierno considerara necesario retomar el proyecto, limitado hasta la fecha a la línea Madrid-Sevilla.

En principio, Renfe cuenta con material suficiente como para atender los nuevos servicios en el corredor del mediterráneo. La empresa que preside Mercé Sala dispone de un total de 60 locomotoras de gran potencia de las 75 adquiridas en 1988 a Siemens, capaces de funcionar en ancho internacional y en ancho español, que podrían ser utilizadas en parte en el corredor.

La compañía ferroviaria, que en principio no se plantea nuevas adquisiciones de material, sí contempla la posibilidad de mejorar los trenes intercities y, en algún caso, sustituir algunas de estas unidades por material Talgo.

Puntos conflictivos

Las obras, en el caso de que Transportes decida concentrar la inversión en la zona, duraran unos dos años. Los puntos más conflictivos para acometer el proyecto, por cuestiones de política municipal en unos casos o por dificultades técnicas en otros, son Benicasim, Castellón, Salou y Tortosa.El corredor mediterráneo es uno de los más interesantes para Renfe desde el punto de vista comercial. El pasado año, el tráfico de viajeros en la línea Madrid-Valencia fue de 954.515 personas. Entre Valencia y Barcelona el tráfico en 1990 fue de 771.834 pasajeros.

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