El "capo Falconetti', en el banquillo por un alijo de una tonelada de hachís
El capo gallego del narcotráfico Luis Falcón Pérez, Falconetti, se sentará a partir de hoy en el banquillo de los acusados de la Audiencia de San Sebastián para hacer frente a una petición fiscal de 15 años de prisión por su supuesta intervención en el intento de introducción en Europa de una tonelada de hachís, descubierto en abril de 1988 en Hondarribia (Guipúzcoa). Otros 13 presuntos colaboradores de Falconetti serán también juzgados por aquel delito, y el fiscal solicita para ellos penas que totalizan 123 años de cárcel y más de 8.800 millones de multas.
Falconetti es considerado por la policía uno de los más importantes jefes del contrabando en la zona de Villagarcía de Arosa (Pontevedra). Fue incluido en la lista de presuntos implicados en el sumarlo 13 /90 sobre narcotráfico y blanqueo de dinero, que instruye el juez Baltasar Garzón, aunque posteriormente no fue procesado por no poderse probar nada contra él.En medios judiciales, se considera que éste es uno de los primeros procesos en los que se juzga a un contrabandista reconvertido a traficante de droga. El fiscal Luis Navajas pide para Falcón 15 años de cárcel y 600 millones de pesetas de multa por delitos contra la salud pública y contrabando. El resto de los acusados son familiares de Falconetti, arrantzales (pescadores) y vecinos de Hondarribia que participaron, según el fiscal, en la operación bajo las órdenes del jefe gallego. Los acusados querían introducir en Europa 1. 188 kilogramos de hachís, valorados en 297.137.500 pesetas.
En el informe del fiscal se asegura que la droga se cargó en un barco en las costas marroquíes y se trasladó al País Vasco, desde donde, una vez en tierra e introducida en camiones, sería enviada a países del Benelux. El jefe del grupo, Luis Falcón, en opinión del fiscal Navajas, auxiliado por su sobrino Benito Prado, propusieron a Bonifacio Sagarzazu, vecino de Hondarribia, trabajarjunto a ellos y encargarse de la infraestructura en Guipúzcoa. Para trasladar la mercancía en barco desde Marruecos a la costa vasca, Bonifacio Sagarzazu se puso en contacto con sus hermanos Cruz y Eusebio Manuel, propietarios del buque Aldako Izarra, quienes decidieron, según el fiscal, suscribir un contrato de arrendamiento para llevar a cabo el plan. En el tráfico ilegal de la droga participaron también el patrón de la embarcación, Manuel Carballa Pérez, y el tripulante Francisco Echaide.
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