El legado de Sito Miñanco
Las redes del narcotráfico en Galicia se reorganizan a partir de algunos grupúsculos
Los herederos de José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco, el más escurridizo de los presuntos jefes del narcotráfico, todavía no tienen nombre. Las redes de la droga en Galicia han recibido un duro golpe con su detención, pero las autoridades no se atreven a cantar victoria. Los grupúsculos que hasta ahora trabajaban para los grandes clanes están en condiciones de recuperar los contactos de sus antiguos jefes. "Este es un trabajo de muchos años. Aún quedan en la calle uno o dos capos ", advierte el gobernador de Pontevedra, José Parada.
Nada volverá a ser igual en la ría de Arousa tras las redadas policiales contra el narcotráfico iniciadas hace seis meses por orden de Baltasar Garzón, juez de la Audiencia Nacional. La captura del presunto jefe Sito Miñanco, junto con la cúpula de su organización y un alijo de 125 kilos de cocaína, ha terminado con la sensación de invulnerabilidad que ofrecía en los últimos meses el célebre contrabandista de Cambados y supone todo un aviso para los interesados en continuar con el negocio.Además ha quedado destruido para siempre el viejo mito romántico del contrabandista honrado, que disfrutaba cruzando la ría en planeadora a toda velocidad. "A partir de ahora ya nunca más habrá contrabandistas. Los que se dediquen a esto serán, a ojos de la población, unos simples delincuentes", explica un vecino de Arousa.
Varios meses antes de la Operación Mago, cuando el Ministerio de Transportes promulgó un decreto que establecía un severo control sobre el uso de las hasta entonces impunes planeadoras, ya empezó a quedar claro que las rías gallegas habían dejado de ser el lugar ideal donde desembarcar todo tipo de mercancías ilegales.
La última tentativa de introducir un cargamento de importancia, en este caso de tabaco, lo protagonizó precisamente la organización de José Ramón Prado el pasado mes de mayo con el remolcador Smit Lloyd Cairo, capturado por agentes de aduanas con cerca de tres millones de cajetillas de cigarrillos americanos. El fracaso de esta operación contrabandista, en la que se intentó el transporte en el propio barco de las lanchas rápidas que antes actuaban desde tierra, demostró definitivamente a los clanes que las rías ya no eran un coladero.
Desde ese momento, el contrabando de tabaco se desplazó aún más hacia las aguas de Cantabria y el País Vasco, mientras que Portugal se convertía progresivamente en la nueva puerta de entrada de la cocaína que transportaban desde Colombia los grupos de narcotraficantes gallegos.
Entre rejas
Ahora la gran mayoría de los jefes que seguían dirigiendo esas operaciones desde Galicia se encuentran entre rejas o bien sus organizaciones han sido descabezadas.Lo que queda en pie de los clanes son grupos intermedios que el gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada, considera como "de tercero cuarto nivel". La policía ha observado una notable desorientación entre los empleados de los jefes del narcotráfico, pero su actitud en un futuro próximo es aún una incógnita.
Una cosa sí parece clara, a juicio del gobernador: "En Europa sigue habiendo una gran demanda de cocaína y los proveedores intentarán recuperar los viejos contactos. Si esa relación se establece, estos grupos podrían reanudar la actividad. Pero desde luego lo tendrán mucho más difícil y se verán obligados a buscar otros puntos de desembarco".
La policía mantiene también su vigilancia sobre alguna de las grandes compañías tabaqueras que salieron indemnes de la Operación Mago. No existe ninguna prueba de que estos grupos se hayan volcado al tráfico de drogas, como ocurrió con la inmensa mayoría, y se tienen pocos datos sobre sus actividades actuales, pero los mecanismos de los que disponen para blanquear dinero les convierten en un objetivo a controlar.
El propio Parada reconoce que aún quedan en libertad "uno o dos capos, si se entiende por tal esa gente que posee una organización, cuyos contactos se limitan exclusivamente al proveedor, y que, por supuesto, no tocan la mercancía".
Libres de sospecha
Las pesquisas policiales de los últimos meses también han permitido averiguar nuevos datos sobre la posible implicación en actividades de blanqueo de ciudadanos que hasta ahora habían permanecido libres de toda sospecha."Aquí ha habido un cáncer y la metástasis permanece", afirma con pesimismo José Vázquez, ex alcalde de Vilanova de Arousa y en la actualidad un activo miembro de la asociación antidroga Érguete. Vázquez se muestra escéptico incluso ante el apreciable rechazo social que han suscitado los oscuros negocios en los que degeneró el inocente contrabando de tabaco. "Yo creo que se ha perdido el sentido ético. La gente además se olvida pronto.
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