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Mitterrand cree que en una semana se sabrá si hay guerra en el Golfo

La crisis abierta con la invasión iraquí de Kuwait cumplió tres meses la pasada madrugada en medio de una psicosis bélica en buena medida alimentada por la guerra propagandística que libran Sadam Husein y George Bush. El presidente francés, François Mitterrand, es uno de los líderes mundiales que creen que se viven días cruciales. Una fuente diplomática de París reveló ayer que en la entrevista mantenida el miércoles con el ministro de Exteriores israelí, David Levy, Mitterrand estimó que la fecha clave es el 6 de noviembre, y que será a partir de entonces cuando esté claro si va a haber guerra o paz. Ese día se celebran las elecciones legislativas en Estados Unidos.

Bagdad acusó ayer a EE UU de mentir sobre la situación de los norteamericanos retenidos en Irak para justificar un ataque inminente. Por su parte, el presidente norteamericano replicó desde la ciudad de Orlando afirmando que sus declaraciones no tienen como finalidad intranquilizar a nadie ni preparar un ambiente para la guerra. De todas formas, Bush aseguró que Estados Unidos debe prepararse para hacer frente a "cualquier eventualidad". Al mismo tiempo precisó que no piensa entrevistarse con Sadam hasta que se retire de Kuwait sin condiciones y cumpla las resoluciones de la ONU.Por su parte, el vicepresidente estadounidense, Dan Quayle, aseguró que el objetivo no es sólo que el ejército de Sadam se retire del emirato, sino acabar con su potencial militar. Quayle recordó ayer que Irak "tiene misiles balísticos y armas químicas y biológicas", además de más de un millón de soldados curtidos en la guerra de ocho años contra Irak. Precisamente por ello considera que el final de esta crisis debe ser "desarmar a Irak, incluso si Sadam abandona Kuwait". Si esta es la política real de la Casa Blanca, la guerra parece inevitable, un enfrentamiento que Quayle reconoció que supondría "un tremendo sacrificio en vidas humanas".

Bagdad ha calificado las acusaciones de Bush sobre malos tratos a los norteamericanos retenidos en "instalaciones vitales" iraquíes como parte de una "campaña de mentiras" dirigida a "preparar el camino para una agresión militar". La prensa iraquí (lo que equivale a decir el régimen) apuesta por que habrá guerra y no da mucho crédito a las gestiones diplomáticas.

Ayer se produjo otro de los actos propagandísticos que Sadam viene utilizando desde el estallido de la crisis al permitir la salida de cuatro norteamericanos de Irak. Poco antes se había autorizado alas embajadas a dar visados a los familiares de los retenidos en puntos vitales con objeto de que pasen con ellos la Navidad. Por su parte, el Gobierno alemán decidía dar su apoyo al vía e a Bagdad proyectado por el ex canciller socialdemócrata Willy Brandt para gestionar la liberación de los rehenes extranjeros. Páginas 2 y 3

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