Si te dicen que caí
Las caídas consecutivas del índice general han puesto el nivel de precios en situación muy tentadora para los segmentos de inversión temeraria dispuestos a jugar fuerte a la baja. Pero los bajistas no son los únicos capaces de sacarle partido a la debilidad manifiesta del mercado. Están también los tenedores de obligaciones convertibles, quienes ya pagaron en su día ventajosamente los títulos de renta fija y ahora tienen una oportunidad de oro para convertir a renta variable con un descuento monumental. Al descuento implícito de los convertibles en el momento de su emisión se le suman las sabrosísimas depreciaciones de la mayoría de valores. Es decir, en algunos casos, en los mercados españoles se puede convertir hoy por hoy con rebajas del 40%, lo que equivale a comprar baratísimo sin desembolsar una peseta.
Las posiciones defensivas de algún gran grupo financiero industrial han conseguido poner un dique de contención capaz de frenar avalanchas. Este factor resultó determinante en el equilibrio alcanzado ayer al cierre en el mercado de Barcelona. El grupo inmobiliario registró un retroceso importante con el bajón de dos sociedades con peso específico en la ponderación del sector.