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El Ramón y Cajal tuvo que reponer su banco de sangre recurriendo a otros centros

Madrid en agosto se suele quedar sin sangre, pero este año los problemas han comenzado antes. El martes pasado, las reservas de sangre del hospital Ramón y Cajal quedaron reducidas al mínimo, por lo que tuvo que recurrir a otros centros de fuera de la comunidad. Desde Navarra recibió ayer 50 unidades para salir del paso. El Clínico y el Doce de Octubre están a punto de sufrir el mismo problema. Responsables de la sanidad madrileña hicieron ayer un llamamiento para concienciar a los ciudadanos de que también en verano hay que donar sangre.

Varios médicos de diversos hospitales de Madrid señalaron ayer la incidencia negativa que el Campeonato Mundial de fútbol ha tenido sobre sus respectivos bancos de sangre. Ésta y otras circunstancias sin determinar han obligado a las autoridades sanitarias a hacer un llamamiento a través de la prensa sobre la escasez de sangre en la comunidad de Madrid.En agosto, las donaciones de sangre suelen disminuir en un 50% con respecto al resto del año, pero también disminuye ostensiblemente la actividad en los hospitales. En julio, las donaciones bajan en un 30% o 40% y, sin embargo, se siguen haciendo prácticamente las mismas intervenciones quirúrgicas que el resto del año. Según Ana Rodríguez de la Rúa, subdirectora del Centro Regional de Transfusiones, el problema de la escasez de sangre se hace notar ahora y en la segunda quincena de agosto, cuando debido a la operación retorno hay un alto índice de accidentes y los hospitales tienen al mínimo sus reservas de sangre.

Importar sangre

"El mensaje que queremos lanzar", dijo Pedro Sabando, consejero de Salud de la Comunidad, ,les que, por favor, los madrileños donen sangre antes de irse de vacaciones". Francisco Ortega, director provincial del Insalud, señaló que cada año hay más donaciones, pero que los niveles españoles siguen estando por debajo de la media europea y, por tanto, se sigue importando sangre en grandes cantidades de Europa y de Estados Unidos, fundamentalmente. En Madrid hay una media de 32 donantes por cada 1.000 habitantes, cuando el índice ideal es de 50. "Gracias a las campañas similares a ésta", dijo Ortega, "el verano pasado no tuvimos sobresaltos". No obstante, se señaló que la hemodonación sigue siendo un mal endémico. "Siempre conseguimos salir del paso", dijo ayer José Luis Navarro, jefe del servicio de Hematología del Ramón y Cajal, "pero a costa de un tremendo esfuerzo, lo cual no es justo".

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Ana Rodríguez de la Rúa indicó que la situación es grave, pero que en caso de producirse una catástrofe de grandes dimensiones los hospitales sí tendrían sangre para la emergencia. "Nunca se queda un hospital sin reservas", explicó. "Se hacen este tipo de llamamientos cuando el nivel se acerca al mínimo". En cuanto a las intervenciones programadas suspendidas, el doctor Juan Montero, jefe de Hematología del Doce de Octubre, dijo que tal cosa ocurre durante todo el año. "La escasez crónica de sangre", explicó, "nos obliga a ello. De hecho, cuando hablamos de que el verano pasado no hubo sobresaltos se incluye el hecho de que no se suspenden muchas más intervenciones de lo habitual".

En Madrid hay anualmente 165.000 donaciones, cifra en la que se incluyen las realizadas por las Fuerzas Armadas y las 13.000 aportadas por otras comunidades. Se estima, sin embargo, que se necesitarían unas 200.000. "Es fundamental", dice Rodríguez de la Rúa, "que los españoles nos concienciáramos de que hay que donar sangre un par de veces al año".

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