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El FMI insta al Gobierno y a los interlocutores sociales a alcanzar un pacto de competividad

El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía española en este año y las perspectivas para 1992 insta tanto a las autoridades como a los interlocutores sociales a "llegar entre todos a un acuerdo sobre los pasos a tomar para mejorar la competitividad exterior de la economía y poder mantener así un clima favorable para la inversión y la creación de empleo". El informe señala que para corregir los desequilibrios de inflación y déficit exterior es "necesario que la subida de los salarios reales sea inferior al crecimiento de la productividad, o que a través del presupuesto se contraiga la demanda doméstica aún más de lo que se prevé en los escenarios a medio plazo" elaborados por Economía.

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El año actual "va ser probablemente un año crucial para la economía española" se señala como conclusión en el informe del FMI remitido hace una semana a los responsables del Ministerio de Economía y Hacienda, ya que los expertos de la misión consideran poco realista esperar que continúe "indefinidamente la extraordinaria evolución de los últimos años" y, por el contrarío, existe el riesgo de que se deteriore el clima favorable en el el que se ha venido desenvolviendo la actividad, "afectando tanto a la inversión doméstica como a la extranjera y a la tasa de crecimiento de la economía de forma que España se aproxime a 1992 en una posición precaria".El informe del Fondo Monetario Internacional, que en líneas generales se asemeja mucho a lo que viene propugnando el Gobierno, plantea que los problemas a los que se enfrenta actualmente la economía española se centran en la elevada tasa de inflación -a pesar de que el Gobierno ha logrado mantenerla estable aunque en unos niveles altos- y en el desequilibrio de la balanza de pagos por cuenta corriente.

Tasa de inflación

El Fondo Monetario Internacional señala. que, aunque el Ministerio de Economía prevé una progresiva reducción de la tasa de inflación y del déficit exterior "dada la menor expansión de la demanda interna en un contexto de aterrizaje suave", su opinión es que "los salarios podrían aumentar más rápidamente que lo que apuntan las previsiones oficiales" y, por lo tanto, "que la inflación y el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente podrían sufrir un nuevo deterioro". Para impedir que esto ocurra el Fondo Monetario Internacional propone que la subida de los salarios reales sea inferior al crecimiento de la productividad, o que la demanda interna se contraiga a través de los Presupuestos Generales del Estado aún más de lo previsto inicialmente por el Gobierno.

Para los expertos del Fondo Monetario Internacional, el mantenimiento de la competividiad es "un factor clave a la hora de determinar la tasa de crecimiento de la economía española" y niega la alternativa de una devaluación de la peseta si se tienen en cuenta "las presentes circunstancias de exceso de demanda y de indiciación de facto de salarios y de prestaciones sociales".

La alternativa posible es, según el FMI, la propuesta por el Gobierno de llegar "a un pacto para restaurar la negociación centralizada de los salarios y mejorar la competividad". El Fondo Monetario Internacional, que hasta ahora no había recomendado nunca este tipo de acuerdos -salvo en los casos en los que el proceso de ajuste de las economías exigieran reducciones drásticas en los salarios reales de los trabajadores- se decanta en esta ocasión por un modelo de este tipo que "ha resultado muy adecuado en algunos países desde el punto de vista de la moderación salarial y de la inflación" aunque reconoce que introduce costes de eficiencia microeconómica ya que se trata a todas las empresas por igual.

Pero ese pacto exige que las políticas de rentas y fiscal se ejerzan de forma coordinada para mejorar la competividad "siempre que no sea a costa de deteriorar el equilibrio presupuestario" y no se renuncie "a los logros alcanzados en determinadas áreas, en especial en términos de flexibilidad de empleo".

Salarios y pensiones

Junto a la necesaria reforma fiscal, el FMI muestra en su informe la preocupación "por las rigideces introducidas por los efectos de la indiciación de salarios y pensiones que se ha producido". Los expertos del FMI reconocen que el principio de plena compensación entre la inflación real y la prevista se ha consolidado y que, aunque esto es mejor que la indiciación automática, "limita la efectividad del incremento de los impuestos indirectos para reducir la demanda" y se da a los trabajadores "una protección excesiva" antes posibles crisis derivadas de efectos exteriores -como la del petróleo de hace unos años- o una modificación del actual tipo de cambio.

El informe del Fondo Monetario Internacional, por último, recomienda una continuada contracción del gasto público, señalando la necesidad de "moderar el crecimiento de los gastos sanitarios" e incluso "una cierta reducción en el ritmo de puesta en marcha de algunos proyectos de inversión pública" que podrían moderar las presiones que experimenta el sector de la construcción.

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