El ECU sustituirá como divisa única a las monedas nacionales de la CE
La fase final de la unión económica y monetaria (UEM) de la CE, la más importante, porque concluirá con el ECU como moneda única, podrá comenzar en enero de 1996, según informó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Henning Christophersen. Este calendario optimista forma parte del informe elaborado por la Comisión Europea y se asienta sobre los beneficios económicos que reportará la UEM.
Las transacciones entre las 11 monedas existentes en la Comunidad tienen "para los empresarios un coste directo de entre 1,96 y 2,6 billones de pesetas al año". El vicepresidente de la Comisión presentó ayer el contenido del informe Fundamento económico y concepción del sistema de la unión económica y monetaria, que será debatido por los ministros de Finanzas de la CE en el consejo informal del próximo día 31. Se trata de un documento de trabajo (véase EL PAÍS del pasado 15 de marzo) que perfila el modelo de unión económica y monetaria. El proceso abocará en una moneda común y un sistema federal de bancos centrales, denominado Eurofed, con capacidad de establecer objetivos monetarios, así como de fijar tipos de cambio y de descuento" en los doce.Los gobernadores de los bancos centrales "serán independientes como miembros del Eurofed", según Christophersen, aunque podrán desempeñar otro papel en sus Estados miembros. La Comisión no pretende "intervenir demasiado en esto, porque hay experiencias distintas según los Estados miembros". El mandato en el Eurofed debe ser largo, de "entre 8 y 14 años".El camino hacia la unión monetaria comenzará el próximo 1 de julio, con la entrada en vigor de la primera fase, en la que sería conveniente que la entrada de la libra esterlina en el SME se produzca cuanto antes". El calendario posterior avanzado por Andriessen es que la segunda fase ("breve, creo yo") podría iniciarse a principios de 1994.
Esta visión optimista de un proceso temporal indeterminado en el tiempo se completa con el posible inicio, en 1996, de la etapa decisiva. En ella, el ECU cambiará su naturaleza de moneda de referencia fruto de una cesta de divisas nacionales para convertirse en una moneda auténtica, que competirá durante un tiempo con las 11 nacionales existentes en la CE (Bélgica y Luxemburgo tienen paridad monetaria). Al final, el ECU será la moneda única y el problema psicológico de que desparezcan los billetes nacionales podrá resolverse con una acuñación con el ECU por un lado y la moneda nacional por otro. En ese caso, la peseta, el marco o la lira actuarían sólo de referencia patriótica con un valor nominal equivalente al ECU.
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