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Carlo de Benedetti deberá declarar por la quiebra del Banco Ambrosiano

Juan Arias

Carlo de Benedetti, el hombre de Olivetti, llamado el ingeniero para distinguirlo de Agnelli, conocido como el abogado, ha sido acusado por sorpresa de complicidad en la bancarrota fraudulenta del ex Banco Ambrosiano y convocado a interrogatorio el 29 próximo ante la "sección de procedimientos especiales" del Palacio de Justicia de Milán

La sorpresa, subrayada ayer por toda la Prensa del país, que dio mucho relieve a la noticia, se debe al hecho de que De Benedetti había salido ya del proceso sobre el Ambrosiano al haber considerado los jueces que hicieron la investigación que el hombre de Olivetti no podía ser juzgado.Sobre el delito de bancarrota fraudulenta han sido llamadas ya a juicio 35 personas -entre ellas, Licio Gelli, el hombre de la logia secreta Propaganda Dos (P-2)-, que serán procesadas el 29 de mayo próximo, tras una compleja investigación judicial que había empezado en agosto de 1982.

Sólo De Benedetti se había quedado fuera del proceso, por lo que hoy ha confesado que se siente "sorprendido y profundamente amargado" al verse de nuevo convocado para ser interrogado por una cuestión de la que los jueces lo habían disculpado.

La historia de Carlo de Benedetti con el Ambrosiano de Roberto Calvi, el suicidado bajo un puente de Londres, empezó en noviembre de 1981, cuando el ingeniero compró el 2% del Ambrosiano, convirtiéndose en vicepresidente del mismo. Calvi, que era entonces el dueño absoluto del banco del clero del norte de Italia con alta participación del Vaticano, vio con buenos ojos la llegada del personaje de Olivetti, que le daba prestigio. Pero se arrepentiría en seguida y, tras 55 días de permanencia en el banco, se pactó su salida.

La salida del banco

Pero De Benedetti no quiso irse con las manos vacías y pidió la restitución de la suma pagada por el 2% de las acciones más los intereses. Y así, los 5.100 millones se convirtieron en 5.400. Al mismo tiempo exigió el pago adelantado de la Centrale, la financiera del Ambrosiano, de un paquete de acciones de la sociedad Brioschi que la Centrale se había comprometido a meter en el mercado. El valor de dichas acciones fue calculado en 3. 100 millones de pesetas, descontadas en 2.700 en el momento de adquirirlas. Con este acuerdo, De Benedetti salió del banco.

Cuando llegó la quiebra y el escándalo y la muerte de Calvi y las vicisitudes del Vaticano se intentó involucrar a De Benedetti acusándolo de haber chantajeado a Calvi para que le pagara sus acciones a un precio más alto a cambio de su silencio sobre lo que había visto siendo vicepresidente del banco. Pero De Benedetti consiguió entonces convencer a todos los jueces de que él no había sabido nada de lo que allí estaba ocurriendo.

¿Por qué ahora los jueces han decidido de nuevo interrogar a De Benedetti, acusado de dicho delito penal? Es lo que se preguntaba ayer, por ejemplo, el diario La Stampa. La respuesta podrán darla sólo los jueces tras el interrogatorio del día 29. Pero lo que no deja de ser curioso es que dicho interrogatorio ha sido fijado 24 horas antes de la convocatoria por parte de De Benedetti de la asamblea extraordinaria de Mondadori, una asamblea que había sido ya calificada de decisiva en la guerra Berlusconi-De Benedetti por el control definitivo del mayor grupo editorial del país.

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