La policía de Barcelona detiene a cinco presuntos atracadores que utilizaban el butrón
La policía de Barcelona ha detenido a una banda de presuntos atracadores, integrada por tres italianos y dos españoles, a la que acusa de haber robado en varios talleres de joyería y haberse apoderado de joyas por valor de 120 millones de pesetas, de los que sólo siete millones han sido recuperados. El grupo contaba con especialistas en lanzas térmicas y material electrónico, lo que les permitía desconectar los sistemas de alarma y perforar cajas acorazadas.
La investigación policial prosigue para recuperar la mayor parte de las joyas sustraídas, debido a que existen fundadas sospechas de que no han sido vendidas todas. La Interpol colabora con la policía española para descubrir el paradero de las mismas, que podría ser Italia o Suiza. Sin embargo, parte del material ha sido ya vendido y su producto invertido en acciones de bolsa en España y en el extranjero. Los agentes intervinieron también 12 cuadros -algunos de ellos originales-, cuyo origen investiga para descubrir si se trata de obras robadas.La policía cree que la banda operó con técnicas muy modernas jamás empleadas en España.
Los cerebros de la red, segun afirma la policía, son los italianos Francesco Rinaldo Corradin, de 32 años, y Mirko Baldisseroto, de 35 años, especialistas de primer orden en sistemas electrónicos y en la fabricación de lanzas térmicas para perpetrar atracos mediante butrón (agujero efectuado en la pared de una cámara acorazada). La policía les acusa de dirigir las operaciones de los dos atracos que les imputa.
El primero lo cometieron en la joyería Juno, situada en la calle Pallars, de donde sólo sustrajeron joyas por valor de 12 millones de pesetas porque abandonaron el local al dispararse una alarma. El segundo fue perpetrado en el taller de joyería Seymor, ubicado también en el barrio barcelonés de Poblenou, donde robaron joyas tasadas en 120 millones de pesetas.
La policía sospecha que la banda estuvo implicada en el robo en la joyeria Palou, situada en el paseo de Grácia, donde el valor de lo sustraído ascendió a 150 millones de pesetas, aunque carece de pruebas para demostrarlo. Los otros detenidos son la mujer de Rinaldo, la italiana Chetti Gioretto, de 26 años, y los españoles Carlos Macía Berenguer y Antonia Luna Sánchez, de 25 y 38 años, respectivamente. Gioretto y Rinaldo vivían en la zona alta de Barcelona. Los dos españoles, que fueron arrestados en Ribarroja de Turia (Valencia) se encargaban de alquilar los vehículos y adquirir el material necesario para cometer los atracos.
