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El profesor

La labor del profesor Trias Fargas como economista y universitario no puede separarse de su biografía global. Probablemente constituye un aspecto que complementa su itinerario político y su actividad como economista en estrecha conexión con el mundo de las finanzas y de la empresa.Incluso el objeto de sus estudios -la estructura y los problemas de la economía catalana y española y la referencia continuada a la práctica de la economía liberal- descubre ya el aleteo de sus propias inquietudes personales.

Pero además, su paso por la economía académica y por la Universidad se ha revelado en el mismo temperamento del profesor Trias, caracterizado por el obstinado empeño en precisar y manifestar su propio punto de vista en situaciones en que los comportamientos estereotipados son ley de conducta general y en que la tosquedad de los planteamientos esconde, a menudo, una agobiante mediocridad.

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Acaso su proclividad hacia el escepticismo y la racionalidad -a ello naturalmente me estaba refiriendo- es función de sus etapas de formación en la Cataluña desbordante y protagonista de la República o en la universidad de Chicago. Por eso también, el liberalismo económico que defendía era la expresión de una tradición política que hundía sus raíces en la Revolución Francesa. Recordemos el prólogo a la edición castellana de Economía dirigida y economía de mercado, de A. Müller-Armack, los Principios de economía española que publicó en 1973, o El precio de la libertad en 1976.

La otra preocupación dominante del profesor Trias Fargas ha sido la situación de la estructura de la economía catalana en la economía española. En 1960 apareció su trabajo sobre La balanza de pagos interior, que iba a ser una referencia obligada de los abundantes estudios que le siguieron sobre la balanza de pagos de Cataluña. Posteriormente debía orientarse hacia -y orientar- los trabajos sobre localización económica, sobre la base económica, la caracterización de las regiones, la dimensión de las empresas catalanas, los recursos energéticos, etcétera, y marcar de forma intensa el conjunto de estudios de economía regional que dieron a Barcelona una capitalidad incuestionable en el conjunto peninsular. Así, el profesor pudo impulsar la creación de la Asociación Española de Ciencia Regional, correspondiente de la Regional Science Association.

Una parte destacada de esta labor la hizo el profesor Trias Fargas desde la dirección del Servicio de Estudios del Banco Urquijo de Barcelona. El grupo de economistas que allí encontró cobijo y la tarea allí realizada hablan por sí mismos. Antoni Montserrat ha escrito recientemente: "Trias plantea frecuentemente temas nuevos. Quizá no siempre sus posiciones se acaban imponiendo, pero creo que lo que cuenta en el magisterio de Ramón Trias es su capacidad de introducción de temáticas y la voluntar de dar juego y comprender las preocupaciones de las distintas generaciones". Como estudiante de la facultad de Ciencias Económicas de la universidad de Barcelona, me cupo el honor de asistir a las primeras clases del doctor Trias en la nueva facultad, como profesor ayudante del profesor Sureda. Hace un año, como rector hube de despedirle a raíz de su jubilación como profesor.

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El doctor Trias era catedrático de esta universidad desde 1969, por traslado de la universidad de Valencia. Durante todo este tiempo tuve ocasión de comprobar su afecto y su sentido de la amistad.

Josep Maria Bricali es catedrático de Hacienda Pública y rector de la universidad de Barcelona.

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