La bomba que mató a un agente en Irún tardó 48 horas en estallar

El agente del Cuerpo Nacional de Policía Juan Pedro González Manzano, asesinado por ETA el 29 de septiembre en Irún al hacer explosión el artefacto colocado en la parte inferior de su automóvil, llevó durante 48 horas la bomba en el vehículo. Un artefacto que fue colocado en Bilbao y que no hizo explosión en el momento en el que el comando lo había previsto.Juan Pedro González Manzano, natural de la localidad vizcaína de Basauri, fue destinado durante el mes de septiembre al servicio de fronteras en Irún. Los turnos que realizaba le habían permitido que el día anterior a su muerte se encontrase en Basauri, lugar en el que, según todos los indicios, fue colocado el artefacto. El vehículo, un Renault 14 de color rojo y matrícula MU-0344-O, fue conducido por el policía por las calles de Bilbao y, el día de su muerte, por la autopista Bilbao-Behobia, alrededor de 100 kilómetros, y por diversas zonas de Irún. El mecanismo del dispositivo del artefacto, según expertos en explosivos, falló y fue 48 horas después de lo previsto cuando el sistema se accionó de forma espontánea. El hecho de no entrar el mecanismo en acción cuando el coche se puso en movimiento fue lo que posibilitó que la explosión se realizase en el interior del cuartel de la Policía Nacional en Irún, donde el agente se alojaba cuando salía de servicio.

La explosión, que causó la muerte del policía, se produjo entorno a las 19.15, en el momento en el que Juan Pedro González Manzano entraba en el patio del cuartel y cuando éste se encontraba aparcando el automóvil. En medios policiales se pensó en un principio que la bomba había sido accionada con mando a distancia; sin embargo, se ha podido comprobar posteriormente que esta hipótesis era errónea, dado que horas después de la explosión ETA avisó de que en Basauri se encontraba un coche con un artefacto que no había hecho explosión y que estaba circulando. Concretamente, y según ha podido confirmar este periódico, en la central de la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Vizcaya, el 30 de septiembre, a las 0.32 se recibió una llamada en nombre de ETAm en la que se comunicaba que "en Basauri, en la zona de Pozokoetxe, había un R-14 de color rojo con matrícula de Murcia y cuya letra final era O con un artefacto que no había explotado". Antes de conocerse la llamada de ETA a la central de DYA en Vizcaya, según indicaron las fuentes consultadas, se pensó que esta organización había comenzado a utilizar una nueva técnica en sus atentados terroristas. Este método consiste en introducir a través de los vehículos particulares de los agentes de policía un artefacto y accionarlo en el momento en el que éste se encuentra en el interior del recinto.

A raíz de este atentado en los centros policiales se han incrementado todas las medidas de seguridad.