Bette Davis
Por fin habló para la Prensa
La actriz Bette Davis demostró ayer en San Sebastián, en su esperada y multitudinaria conferencia de prensa, a la que asistieron más de 200 personas, que no sólo es una de las más grandes, sino también una de las más astutas.En el encuentro no faltó de nada: hubo mito -vestida de negro, con sombrero negro y gris, cuello alto de brillantes, un perfecto maquillaje y una altivez inigualable-, grandes enfoques en el entorno solemne del gran salón del hotel María Cristina, entre arañas de cristal y cortinajes, e incluso espectadores de excepción, como Claire Trevor, la actriz de La diligencia, en la fila cuatro.
Los únicos decepcionados fueron los fotógrafos, muchos de los cuales dieron un plante y se negaron a acudir a la sesión fotográfica previa porque cuando Davis salió del ascensor unos guardias de seguridad les apartaron con malos modos.
Davis necesitó sólo unos minutos para cautivar a la audiencia cuando, a la pregunta de qué había hecho desde su llegada a la ciudad, el sábado pasado, encerrada en la habitación 415, repuso: "Dormir, comer, beber, y preparar todos los detalles, incluido el maquillaje, para presentarme hoy guapa ante ustedes y poder ofrecerles lo mejor de mí misma".
A un informador que quería saber dónde había sido más mala, si en el cine o en la vida, le dijo: "Mitad y mitad". Y entonces el público comenzó a aplaudir.
A la hora de juzgar a algunos actores de la época dorada de Hollywood fue benévola con James Stewart -"no debí dejarle escapar"-, Spencer Traey -"el más grande"- y Joan Crawford -"al trabajar juntas desilusionamos a toda la prensa americana, que esperaban que nos tirásemos de los pelos Nada de eso ocurrió y tuvimos una relación muy amistosa"-; dio una de cal y otra de arena con Ronald Reagan -"nunca tuvo mucho talento, pero como presidente devolvió el patriotismo a los americanos"- y Errol Flynn -"guapísimo, y básicamente un hombre agradable y honesto, pues era consciente de lo mal que decía su parte"-, y se lanzó contra Miriam Hopkins: "Tuvimos una relación desastrosa, estaba devorada por los celos profesionales".
Davis, que ofreció no sólo palabras con su acento ronco, sino también carcajadas espesas e intencionadas, informó de que está escribiendo sus memorias. Respecto a sus ojos, dijo que siempre les estará agradecida: "Es mi rasgo facial básico y el que comunicaba con la cámara". De sus películas, recuerda con mayor agrado Eva al desnudo, Jezabel, La extraña pasajera y Amarga victoria. De ésta, vio unaversíón coloreada, "y casi se me parte el corazón".
Sobre el amor dijo que no ha sido el terreno donde ha cosechado sus mejores éxitos: "No he sido muy afortunada, creo que es más difícil para una mujer famosa".
La actriz recibirá hoy el prernio de honor Donostia del Festival de Cine y mañana entregará la Concha de Oro al ganador del certamen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.