_
_
_
_
_

Sabatini ganó a Arantxa Sánchez en tres 'sets'

La argentina Gabriela Sabatini (la tercera cabeza de serie) eliminó ayer a Arantxa Sánchez Vicario (la sexta) en los cuartos de final de Open de Estados Unidos de tenis al vencerla por 3-6, 6-4 y 6-1. Arantxa sólo ha ganado una vez a Sabatini en sus nueve enfrentamientos, pero, en cualquier caso, su actuación en este torneo propiciará que se afiance como la quinta mejor jugadora del mundo. Sabatini se enfrentará en las semifinales a la alemana occidental Steffi Graf (la primera), que ganó a la checoslovaca Helena Sukova (la octava) por 6-1 y 6-1.

Arantxa Sánchez Vicario, pese a esta derrota, ha redondeado una temporada sensacional, en la que ha sido la única, junto a Graf, que ha llegado a los cuartos de final de los tres grandes: Roland Garros -lo ganó-, Wimbledon -perdió ante Graf- y Flushing Meadow. En su partido de ayer, sin embargo, quedó claro que todavía debe mejorar su juego de ataque -el saque y la volea para aspirar a codearse con las mejores en las pistas rápidas.A sus 17 años, Arantxa ha realizado muchos milagros en las canchas por su voluntad luchadora infatigable. Pero ayer fue la víctima, no la triunfadora. Tuvo la mala suerte de encontrarse con Sabatini, de 19, que tampoco quería ceder. Lucharon durante dos horas y 17 minutos en la pista central de Flushing Meadow y ante más de 15.000 espectadores atentos o alborotados. "Hubo poca diferencia entre las dos. Tuve que esforzarme al máximo. No fue fácil", afirmó al final la argentina.

Arantxa ejecutó los mejores servicios, pero Sabatini cometió menos errores no forzados. Una siempre tenía respuesta para la otra. Fue un partido muy parecido al último que jugaron hace dos semanas en Toronto, en el Open de Canadá. También fue de tres mangas, pero en esa ocasión fue Arantxa quien venció después de estar al borde de la catástrofe con un parcial de 2-5 y dos puntos de match en su contra en el segundo set. "Claro que sí, Toronto me vino a la mente", dijo Sabatini; "no quería que volviera a suceder".Fue la primera vez en largo tiempo y en un torneo importante que Sabatini se creció.

Arantxa la tuvo loca en la primera manga. Cambiaba de ritmo, voleaba cuando ella subía, liftaba cuando se quedaba atrás... Arantxa jugó con Sabatini como un ascensor. La subía y bajaba. Cada vez que Sabatini cambiaba de dirección se equivocaba. "Jugué bien", declaró luego la española; "pero, cuando me rompió el servicio en el segundo set, me puse a jugar los puntos muy rápidamente". La bajada de Arantxa comenzó, sí, en él. Flaqueó en sus golpes mientras que Sabatini comenzó a rematar cuando se le presentaba la oportunidad. Subió a la red con más éxito y ejecutó liftados brillantes en los que la pelota picaba muerta. Sabatini tuvo la sabiduría de cambiar de juego y hasta de raqueta cuando una no le resultaba bien.

Hay dos detalles que simbolizan la madurez de la argentina. El primero ocurrió en el décimo juego de la segunda manga. Sabatini gozaba de una ventaja parcial de 5-4, pero había perdido dos puntos en su servicio, el último en un peloteo largo y reñido en el cual en dos ocasiones Arantxa llegó a bolas imposibles y remató con un passing-shot lateral. Con el público a su favor, Arantxa estaba por quebrar a Sabatini. Pero ésta respondió con cuatro saques fuertes. El penúltimo fue directo y el último fue un ace. "Se puso a jugar largo", dijo Arantxa; "me subió a la red dos veces y fallé dos puntos fáciles".

El otro fue en el quinto juego del último set, cuando servía Arantxa. Sabatini necesitaba un punto para romper el servicio de Arantxa y ambos estaban dando golpes duros desde el fondo de la pista. Sabatini subió y lifió la pelota. Arantxa hizo lo mismo, casi fuera del alcance de Sabatini. Pero, al final, Sabatini llegó y colocó la pelota en la zona vacía para conseguir un parcial de 5-0. El público se paré para aplaudirla y ella dejó la pista con el puño izquierdo levantado.

"Más paciencia"

"Tenía que tener más paciencia porque Gabriela posee un juego bastante incómodo, que es muy liftado y desde el fondo de la pista", expuso Arantxa. "Intenté volver a imponerme, pero ella también jugó bien. Debí usar más los golpes de revés. Esto me ha sucedido por la falta de costumbre de jugar en pistas rápidas. También tengo que aprender a servir y volear".

Sabatini estuvo de acuerdo y declaró que, aunque Arantxa ha mejorado, "todavía es muy joven y ha de progresar". Para ella, esta victoria viene en un buen momento, ya que está intentando conquistar algún Gran Premio este año. Ha sufrido una temporada con altibajos y fracasos rotundos en Roland Garros y Wimbledon.

La otra semifinal será entre las estadounidenses Martina Navratilova y Zina Garrison.

El norteamericano Aaron Krickstein ganó a su compatriota Jay Berger por 3-6, 6-4, 6-2, 1-0 y abandono por lesión.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_