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Entrevista:

Los miembros de ETA pasean por Caracas sin custodia policial

Antonio Caño

Libremente, sin custodia policial ni limitaciones de ningún tipo, los 11 etarras llegados la pasada semana a Venezuela se pasean por las calles de Caracas, reciben homenajes de las comunidades vascas y planifican su futuro en distintas ciudades de este país.Como cualquier otra tarde, cuatro de los deportados dejaron sus habitaciones del hotel La Mirage, situado en una zona de pequeños albergues frecuentemente utilizados por parejas en busca de un rincón privado, para pasear por el bulevar de la Sabana Grande. Se despidieron del policía venezolano que vigila el hotel, sin obligación de precisarle su hora de regreso ni el destino del paseo. Al descubrir la presencia de este enviado especial, aceleraron el paso y advirtieron que no querían hacer declaraciones. El diálogo posterior por las calles repletas de gente fue el siguiente:

Pregunta. ¿Cómo os están tratando aquí?

Respuesta. Muy bien.

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P. ¿No podéis comentar cómo pasáis el día o cualquier otra cosa?

R. No vamos a comentar nada.

P. ¿Conocéis la polémica sobre las declaraciones que ha hecho Carlos Andrés Pérez?

R. Sí, la conocemos; pero no vamos a comentar nada.

P. ¿Qué pensáis de eso?

R. Pregúntale al Gobierno venezolano y al Gobierno español.

P. Ya lo he hecho, pero quiero conocer vuestra opinión.

R. Nuestra opinión es que creemos que no debemos decir nada.P. ¿Hasta cuándo vais a estar aquí?

R. Hasta el fin del planeta.

P. ¿Cómo dices?

R. Que hasta el fin del planeta.

P. ¿Os gusta Caracas?

R. ¿Y a tí San Sebastián?

P. Sí, mucho.

R. Pues a mí también.

Uno de ellos interrumpió entonces la conversación con esta frase: "Mira, no vamos a decir nada a la Prensa, y menos a la Prensa española, así que deja de ir detrás de nosotros y de darnos el coñazo".

El policía venezolano que vigila el hotel dice que salen de sus habitaciones a la hora que quieren y sin necesidad de dar explicaciones.

El dueño del hotel, un español de Orense llamado Amadeo Pérez, asegura que el comportamiento de los etarras es correcto. "En ese sentido son los mejores clientes que he tenido", comenta.

Fuentes políticas venezolanas han adelantado que los 11 etarras deportados probablemente serán trasladados en los próximos días a distintas ciudades del país para su instalación definitiva. Se espera que las comunidades vascas instaladas hace años en Venezuela les faciliten trabajo y dinero. Hasta ahora han recibido cada uno 1.000 bolívares (unas 4.000 pesetas) para sus primeros gastos.

[Varias personas dispararon en la mañana de ayer entre tres y cinco tiros contra la puerta del hotel Le Mirage, de Caracas, donde se alojan los deportados, informa Ludmila Vinogradoff. Los disparos rompieron algunos cristales de la puerta, pero no causaron desgracias personales].

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