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Villar prepara una revolución arbitral con la oposición de Plaza en algunos temas

El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, está preocupado con los árbitros porque en el año escaso que lleva en el cargo ha recibido quejas de los clubes por sus actuaciones. Quiere, a pesar de la oposición del presidente de los árbitros, José Plaza, un nuevo sistema de designaciones, conocer sus puntuaciones de cada partido y cómo se deciden los ascensos y descensos y los árbitros internacionales. Villar considera que los árbitros no están bien pagados y es partidario de subir sus dietas, pero quiere que los árbitros se pronuncien si desean o no ser profesionales.

Los dirigentes arbitrales preparan una encuesta entre todos los colegiados con los cambios que desea realizar Ángel María Villar. También tienen previsto celebrar un congreso nacional de todos los colegiados.Villar reconoció que bastantes clubes le han mostrado sus quejas por las actuaciones arbitrales: "Me dicen que les arbitran mal. No me sorprenden las quejas de los clubes. Algunos de ellos llevan razón, aunque también hay otros que actúan cegados por la pasión. Se puede investigar, entre comillas, a los árbitros; por qué se equivocan, por qué fallan... Para eso están los informadores".

El presidente de la federación quiere mejorar la infraestructura de los árbitros, a cuyas deficiencias achaca la mayoría de los problemas arbitrales. No va a regatear dinero para ello. Villar, que se reunió la pasada semana con Plaza, no duda de su honestidad y de su trabajo, como tampoco de sus directivos, pero va a modificar y ampliar el reglamento arbitral, que en estos momentos se reduce a la mínima expresión, a una docena de artículos. Estas modificaciones, además, son necesarias para llevar a cabo la revolución arbitral que pretende llevar a cabo.

La reestructuración

Villar tiene tres objetivos fundamentales para reestructurar el mundo del arbitraje: fijar un nuevo sistema de designaciones, conocer y disponer al día de las puntuaciones de los árbitros después de cada partido, y potenciar el grupo de informadores que califican a los colegiados en los encuentros que dirigen. De esta forma, Villar confía en disponer de la transparencia necesaria que requiere el estamento arbitralÁngel María Villar no está de acuerdo con el sistema actual de designaciones, que se realiza por el presidente de los árbitros, un representante de su comité y otro de la federación. "Este sistema no me parece razonable", aseguró. "Prefiero un sistema mixto de sorteo y designación. He llegado al convencimiento de que los partidos importantes deben ser dirigidos por un árbitro sorteado entre tres o cuatro elegidos de antemano. Su elección correspondería a la comisión encargada de ello. La designación correspondería al resto de los partidos. Plaza no se define sobre este punto y dice que ha conocido ya todos los sistemas. No tiene, además, la última palabra sobre el sistema de designaciones. Corresponde a la asamblea del fútbol".

El presidente de la federación quiere disponer al día de las puntuaciones de los árbitros en cada partido. "De esta forma" indicó, "habrá transparencia en los ascensos y descensos, lo que no presupone que ahora no exista. Pero si me viene un árbitro que discrepa de su descenso, yo le podré demostrar por qué ha perdido la categoría. Quiero potenciar, además, el cuadro de informadores y conocer cómo puntúan. También me interesa saber con qué reglas se deciden los árbitros internacionales".

Mayores salarios

Villar es partidario de subir el salario de los árbitros a partir de la próxima temporada, porque considera que "no están bien pagados". Ahora perciben 25.000 pesetas por derechos de arbitraje en cada partido de Primera División. El presidente de la federación, por otro lado, quiere que los árbitros le planteen formalmente si quieren ser profesionales o no. Plaza se opone a la profesionalización. Le dijo a Villar que, de esta forma, se enfrentaría a la FIFA (federaciones internacional de fútbol) y a la UEFA (unión europea), que no admiten el profesionalismo del estamento arbitral.Colaboradores de Plaza comentaron que la jugada de Villar pretende recortar el poder del presidente de los árbitros. Villar lo negó con rotundidad e insiste en que "a Plaza le han elegido los árbitros". Pero los árbitros no tienen reglamento de régimen interno. Se les sanciona, como en el último caso, al tinerfeño Socorro González con un mes, sin abrirles expediente sancionador.

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