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Salto mortal

La funambula de Los Bordini que se matóen Benifaió sólo tenía un mes de experiencia

Francisca Aragüete entró el pasado jueves en la iglesia de Benifaió (Valencia), mojó sus dedos en agua bendita y se santiguó. Subió al campanario para deslizarse, sujeta por la muñeca, por un cable situado a 25 metros del suelo. Era su número con Los Bordini, con los que sólo llevaba un mes. Al saltar al vacío ante cerca de 2.000 personas, un fallo cuyo origen se desconoce hizo que cayese al suelo y muriese. Su madre dice que fue contratada como traductora.

"Esto no son maneras de trabajar, son maneras de matarse". Lo dice Conchín, una vecina de Benifaió, de 40 años, que presenció cómo la joven Francisca A ragüete practicaba el ritual religioso antes de iniciar su actuación. Sin red. Serían poco más de las ocho y media de la tarde del pasado jueves. Fuera, en la plaza Mayor del municipio valenciano, cerca de 2.000 personas, en su mayoría niños y niñas, se disponían a disfrutar con el espectáculo de funambulismo que esa noche presentaba el grupo alemán ole Los Bordini.Por encima de sus cabezas, un cable de hierro de 72 metros de longitud conectaba el campanario con la torre portátil de los artistas. Primero actuó uno de los jóvenes de la compañía. Subió de abajo a arriba con una pértiga de equilibrio. Fueron los primeros aplausos.

El padre de Los Bordini, que ya no realiza ninguna exhibición, empezó a anunciar por el altavoz el número de Francisca. Se iba a deslizar en sentido contrario, con una mano sujeta al cable y la otra libre para saludar al público. Ni tan siquiera recorrió dos metros. Cayó de manera fulminante al suelo, delante de la entrada principal de la iglesia.

"El ruido del golpe fue impresionante y del altavoz y de la plaza salían voces desgarradoras", cuenta la mujer. "Me asomé a la calle y la vi tendida como un muñeco de trapo cuando lo dejas caer. Sólo la oí decir ¡Dios mío!".

La plaza era, coinciden todos los que contemplaron el accidente, un hervidero. Llantos y gritos de histeria se sucedieron durante varios minutos. Las personas mayores procedieron rápidamente a llevarse a los más pequeños.

Pero para algunos no fue posible evitar presenciar la caída. Un joven de 10 años, hijo delpropietario de un bar de la plaza.., precisamente al que había acudido poco antes la joven Francisca para lavarse las manos, no pudo impedir que la sangre alcanzara su camisa. Lo recuerda Carolina, su hermana de 14 años. "Lo tuvimos que llevar a casa y darle una tila". Carolína asegura que, con forme iba cayendo, la artista se protegía la cabeza con las manos y doblaba las piernas. El día después de la tragedia fueron numerosas las madres que llevaron a sus hijos al médico por el estado de nerviosismo en que se encontraban tras el suceso. Pero no sólo afectó a los niños. Corichín dice que no lo olvi dará nunca y Alfonso, el policía local que se encargó de trasladar el cuerpo, todavía con vida, de la funánibula, tampoco.

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"Cuando la subimos a la ambulancia aún vivía. Por el camino decía, me ahogo, me ahogo", recuerda el agente. Poco después de llegar a la ciudad sanitaria La Fe, de Valencia, separado del municipio por algo menos de 40 kilómetos, Francisca falleció.

Contrato como traductora

No es, fácil reconstruir la vida de una persona por lo que cuentan terceros. En el caso de Francisca Aragüete, todavía menos. En Benifaió, los vecinos dicen que tenía una hija de ocho años que reside con sus padres en la localidad catalana de Vich y que era viuda porque su marido murió en un accidente de tráfico. Cuentan también que antes de acompañar a Los Bordini formó parte de un conjunto musical y que, por su apariciencia, parecía una joven simpática y guapeta".Las causas por las que la joven no logró permanecer sujeta al cable se desconocen, y aquí entran en juego toda clase de especulaciones. Que si fue un fallo de Francisca o que si el aparato con el que se sujeta la muñeca al cable no estaba bien puesto. El citado anillo, según fuentes de la policía local, se lo llevaron sus familiares, acompañados de su novio, cuando recogieron el cadáver. La madre ha realizado unas declaraciones públicas en las que ha asegurado que su hija no fue contratada como funámbula, sino como traductora.

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