Sevilla, cita con la historia
España, que ha hecho de 1992 su año de gloria, al organizar los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Exposición de Sevilla y promover Madrid como capital cultural de Europa, encontrará la ocasión de afirmar, ante más de 20 millones de visitantes y 70 jefes de Estado, su consagración definitiva de gran país de la Comunidad, puente entre Europa y América Latina, zona natural de intercambio con el mundo musulmán.Y eso a pesar de las reticencias iniciales de algunos países americanos, que creían discernir en el proyecto una celebración del colonialismo. Estos mismos, incluyendo a Cuba, fueron los primeros en defender la candidatura de Sevilla frente a la de Chicago. Hasta 1987 estaban previ stas dos exposiciones paralelas: en Sevilla, la historia; en Chicago, el futuro. Al recuperar el todo bajo el lema plural y genérico de La era de los descubrimientos, Andalucía tuvo la suerte de poderse proyectar hacia el futuro. Y por más de seis meses.
Ahí esta la originalidad del proyecto. España invierte en la infraestructura andaluza y sus accesos el equivalente a 30.000 millones de francos -10 veces más que el coste de la Exposición- y pretende crear en La Cartuja un polígono de tecnología avanzada que pueda retener a las grandes firmas participantes. Andalucía, ¿la Califomia europea del 2000? Por lo menos un polo de atracción económico y comercial situado en el cruce del Mediterráneo y el Atlántico.
, 22 de abril