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Dos aseguradoras presentan ofertas para comprar La Nueva Mutua

Dos compañías de seguros, una nacional y otra extranjera, han presentado por escrito sendas ofertas de compra de La Nueva Mutua, según confirmaron fuentes de la Administración. La Nueva Mutua, que fue objeto de una inspección en la que se detectaron graves insuficiencias en el nivel de provisiones técnicas, ha sido objeto de un exhaustivo estudio interno por parte del administrador designado por la Dirección General de Seguros, José Merlo, cuyas conclusiones se conocerán las próxima semana.El nuevo administrador-gerente, nombrado a mediados de marzo, tiene prácticamente ultimado su informe técnico que, junto al análisis de las alegaciones presentadas por la antigua dirección de La Nueva Mutua, servirán de base a la Dirección General de Seguros para dictar una resolución en la que oficialmente se pondrá de manifiesto el estado de la compañía a 31 de diciembre de 1987, y establecerá un principio de responsabilidad sobre los hechos que se consideran probados.

Esta resolución, que será tratada en la reunión que celebrará mañana la Comisión de Inspección y Fusiones de la Dirección General de Seguros, es el paso previo al estudio formal de las ofertas presentadas por escrito por dos compañías de seguros para la compra de La Nueva Mutua.

La adquisición de La compañía pasa por dos alternativas posibles: la transformación de La Nueva Mutua en una sociedad anónima, o el traspaso de su cartera de clientes a la sociedad compradora. La primera fórmula, según señalaron ayer fuentes oficiales, "es jurídicamente sencilla, aunque económicamente muy compleja", barajándose la segunda alternativa como la más probable.

Deficiencias técnicas

La Nueva Mutua es una entidad aseguradora que opera fundamentalmente en el ramo de automóviles dentro de la Comunidad de Madrid, donde cuenta con unos 110.000 mutualistas. Las deficiencias técnicas observadas en su nivel de provisiones, cifradas en unos 2.500 millones de pesetas, llevaron a la intervención de la Dirección General de Seguros, que nombró un nuevo gerente, José Merlo, con la misión explícita de que intentara frenar el deterioro económico y de imagen observado en la compañía, que estableciera los recursos y deudas que posee la entidad, y que verificara su patrimonio inmobiliario.Una de las acciones llevadas a cabo por Merlo al poco tiempo de asumir la gestión de la aseguradora fue remitir un informe a una docena de bancos y compañías de seguros ofreciéndoles la venta de La Nueva Mutua. En un primer momento, el Banco Santander mostró cierto interés por la entidad aseguradora, si bien al poco tiempo todo quedó en un punto muerto.

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