La importancia de la apertura comercial soviética hacia el Oeste
Las dificultades que atraviesa la reforma económica en la Unión Soviética conducen a pensar que sólamente la existencia de importantes compensaciones sociales puede impedir que la mayoría de la población se desvincule activamente al proceso de la perestroika; en caso contrario, la pasividad o la oposición de la mayoría ciudadana se convertirán en un obstáculo infranqueable. Para ello, las metas más perentorias se refieren a:a) Garantizar las condiciones alimentarias de la población, mejorando sensiblemente el abastecimiento de carne, frutas, leche, legumbres y otros artículos agrícolas y pecuarios.
b) Acelerar el programa de construcción de viviendas, que permanece como otra de las graves deficiencias en las condiciones de vida de la población, aumentando su tamaño medio y su calidad, a la vez que democratizando los mecanismos de adjudicación.
c) Desarrollar la producción de bienes de consumo para crear una oferta disponible de los principales artículos básicos y recreativos (textiles, calzado, domésticos y otros). Se trata de otra de las asignaturas pendientes del sistema económico de la Unión Soviética, que intenta ofrecer una dotación suficiente, variada y de calidad en tales productos.
La mejora en la producción parece haberse iniciado, pero las distorsiones que se mantienen en las redes de distribución, los precios, la falta de vínculos oferta-demanda, la lenta evolución de la producción cooperativa y de los servicios privatizados aún no permiten apreciar de manera generalizada los avances conseguidos.
5. Intensificar las relaciones económicas exteriores. La reforma otorga al sector exterior un papel inaportante y dinámico en el desarrollo económico soviético. Para ello se están adoptando diversas, fórmulas:
a) Apertura comercial hacia el Oeste. Se pretende que los intercambios con las economías capitalistas aumenten sustancialmente, de modo que se amplíe la adquisición de bienes tecnológicamente avanzados que favorezcan la tiransformación interna de la economía y, a la vez, estimulen mayor / mejor producción que capte mercados en otros diferentes países.
Se han adoptado sucesivas medidas que han ido flexibilizando la situación de monopolio en el comercio exterior, permitiendo que los ministerios y las empresas tengan acceso directo a los intercambios con el exterior. No obstante, las condiciones internas de la economía y de la situación internacional, junto a las exigencias del pago de la deuda, por ahora no permiten esa intensificación comercial; desde 1985 se vienen reduciendo los intercambios con el Oeste. Así pues, el comercio exterior está ayudando poco a la perestroika. Por otra parte, las medidas legales y organizativas son insuficientes para activar esas relaciones exteriores, y con frecuencia incurren en nuevos enredos de competencias y controles administrativos con resultados inversos a los pretendidos.
b) Entrada de capital extranjero. La reestructuración económica precisa de un importante ahorro interno, pero también se intenta que sea complementado con la afluencia de inversiones directas y préstamos financieros procedentes de EE UU, Europa y el sureste asiático. La normativa sobre constitución de empresas mixtas ha eliminado muchas de sus restricciones iniciales, habiéndose formado más de 150 empresas mixtas que han formado una asociación para defender sus intereses.
Ciertamente, esas empresas representan una mínima expresión en el conjunto de la economía, y además existen debates serios sobre las implicaciones del acceso a la tecnología, los capitales y otros recursos que deben aportar estas empresas. No obstante, las autoridades pretenden impulsar nuevos proyectos para convertir a los territorios más orientales del país (Vladivostok, Jabarovsk) en zonas especiales para la promoción de actividades productivas, comerciales, financieras y otros servicios internacionales.
Inversión extranjera
La otra vía de acceso a capitales foráneos procede de los préstamos concedidos por la banca internacional y ciertas instituciones oficiales de los países capitalistas. Uno de los límites de esta política estriba en la capacidad de endeudamiento de que dispone la economía, en función del monto de deuda exterior ya acumulada (25.000 millones de dólares); una cifra ciertamente reducida para el tamaño de la economía, pero algo más significativa si se la compara con el valor de las exportaciones soviéticas en monedas convertibles. El otro límite se deriva de la atipicidad que mantiene la moneda soviética en comparación con el funcionamiento de las economías capitalistas, pues el rublo es una moneda desvinculada de los mecanismos monetarios y financieros internacionales.
La futura convertibilidad del rublo parece depender de la previa reestructuración del amplio comercio bilateralizado que se mantiene dentro del CAME (también en los países árabes, la India y otros). También depende de la normalización del funcionamiento del rublo transferible dentro del CAME, de la reforma de la estructura de los precios internos, de la liberalización de las disponibilidades de divisas en manos de las empresas, de la fijación de una cotización real del rublo con respecto a las divisas internacionales, y quizá de otras premisas como la emisión de títulos por parte de las empresas y el Estado.
En última instancia, está pendiente la propia perestroika del CAME para conseguir una colaboración comercial y financiera más eficaz y una integración de sus actividades productivas en función de las necesidades actuales de los países miembros.
