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La soberanía de los Estados obstaculiza el acuerdo global sobre transporte de residuos

Isabel Ferrer

Representantes de 122 países industrializados, africanos y en vías de desarrollo perfilan en la ciudad suiza de Basilea los !29 artículos de la futura Convención Global sobre el Control de Transporte Transfronterizo de Residuos Peligrosos, que trata de regular la circulación de basuras tóxicas para la salud o el medio ambiente.

El artículo 12 de la futura Convención Global sobre Residuos Peligrosos invita a los futuros países signatarios a preparar acuerdos bilaterales, multilaterales o regionales con otros no firmantes, siempre que éstos no contravengan los términos de la Convención. El texto de este artículo ha provocado las mayores discusiones, dado que la soberanía nacional y el principio de no injerencia en la forma de organizar transportes internos de residuos han sido enarbolados por numerosos países.La futura Convención de Basilea entiende por basuras las sustancias la objetos peligrosos cuyo almacenaje o destrucción debe ser regulado por las propias leyes nacionales. Por Estados afectados, aquellos que importan, exportan o soportan el tránsito de dichas basuras por tierra, mar y aire, sean o no firmantes del texto. Y por tráfico ¡legal, el movimiento transfronterizo, camuflado o indiscriminado, de residuos peligrosos.

Críticas

A este respecto, la definición de Estado de tránsito ha resultado también problemática para los redactores de un texto que no podrá invadir los límites de las soberanías nacionales para poder entrar en vigor. Además, los países ribereños cuyas aguas sean cruzadas por los buques que transporten basuras hacia otro destino final podrán prohibir la presencia de los buques, siempre que no invadan con esta decisión el derecho internacional o la libre navegación.

Para evitar posibles colisiones de este tipo con las legislaciones nacionales, la Convención invita a los futuros países firmantes a informar al secretariado permanente de los conceptos y listas que los distintos Gobiernos hagan de los productos o materias peligrosas susceptibles de ser transportadas a otros lugares.

Antes de su firma, que se producirá mañana, la Convención de Basilea ha cosechado ya las primeras críticas. Representantes de Greenpeace en Suiza afirmaron ayer que la sala de congresos donde tienen lugar las discusiones es; un lugar depresivo adonde países como Estados Unidos, la RFA o Japón sólo han acudido para lograr una mejora del transporte de sus basuras peligrosas, en lugar de una mejor protección del medio ambiente.

La delegación española en esta conferencia está encabezada por Fernando Martínez Salcedo, director general del Medio Ambiente.

El ministro del Medio Ambiente de Mali Morifing Kone, leyó ante los asistentes a esta conferencia un mensaje del presidente de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Musa Traoré, en el que se advierte que África no podrá firmar una convención hasta que no esté convencida de que sus intereses serán respetados, ya que los Estados africanos no poseen equipos adecuados para, salvaguardar el medio ambiente, informa Efe

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