Las políticas interior y exterior han variado a distinto ritmo, dice Armero
José Mario Armero, abogado y presidente de la agencia Europa Press, presentó ayer en la Biblioteca Nacional su nuevo libro, titulado Política exterior de España en democracia, en el que se recogen los principales acontecimientos que han determinado la política exterior entre 1976 y 1988. Para Armero, el cambio en la vertiente exterior ha sido "más lento y menos asombroso" que en la política interior.En el acto de presentación, al que asistieron numerosas personalidades, intervinieron el ministro de anteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el catedrático y eurodiputado Raúl Slorodo. Para Armero, autor también de otro libro titulado La política exterior de Franco, esta nueva obra refleja lo que denomina "etapa de las contradicciones".
El nuevo libro se refiere a acontecimientos surgidos bajo cuatro diferentes jefes de Gobierno -Carlos Arias, Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe González- y cinco ministros de Asuntos Exteriores. Analiza en profundidad capítulos que han determinado la política de seguridad en los últimos años -OTAN y bases de utilización conjunta- y las relaciones de España con áreas de especial sensibilidad, como el Magreb, Santa Sede, Portugal, Guinea Ecuatorial, Gibraltar o Israel.
Para Armero, el ejemplo de Israel -país con el que no se establecieron relaciones diplomáticas hasta 1987- es uno de los más significativos para demostrar que la política exterior ha marchado a un ritmo mucho más lento que la interior.
La política más claramente occidentalista, dijo Armero, es la de Fernández Ordóñez. "La etapa actual es la más definida en política exterior y en el haber de Fernandez Ordoñez tine "el haber occidentalizado del todo nuestra política exterior".
Para el eurodiputado Raúl Morodo "las contantes en el libro de Armero son "el occidentalismo, el europeismo y el atlantismo entusiasta. El ministro de Asuntos Exteriores, por su parte, afirmó que "la historia del libro es la historia de un consenso ascendente", que se ha concretado con la aprobación en el Congreso del convenio con EE UU con sólo 10 votos en contra.
